El presidente de la Federació de Futbol de las Illes Balears, Miquel Bestard, se muestra feliz y contento por el centenario del Mallorca, el club de máxima categoría dentro de la territorial que dirige y unos colores a los que se siente vinculado desde que era un niño e iba a ver los partidos con su padre.

-El club más representativo de Balears cumple cien años.

-Es una alegría muy grande. Para los de mi edad, que aprendimos a jugar calzados con alpargatas y dando patadas a balones con costuras enormes, el Mallorca representaba el Olimpo del fútbol. Ir a Palma un domingo a ver un partido en el Lluís Sitjar era un regalo inigualable. El fútbol para nosotros lo era todo, porque no existían los entretenimientos de la sociedad actual y, claro, recitábamos de memoria las alineaciones del Barcelona o del Madrid y, por supuesto, las del Mallorca.

-Cien años dan para mucho, alegrías, tristezas...

-He seguido la trayectoria del Mallorca con mucha pasión. Me ha hecho disfrutar y sufrir en la misma medida que el club ha triunfado o ha fracasado. Solo por cumplir cien años debe tenerse un gran respeto a la entidad, ya que por ahí ha pasado mucha gente con distintas ideas pero, al fin y al cabo, han contribuido a que el club llegue a sus cien años, que se dice rápido. Todos han hecho algo y todos merecen nuestro reconocimiento y respeto. Es nuestro referente para todos los que estamos dentro del fútbol en esta comunidad.

-¿Con qué momento se queda?

-Los recuerdos de los ascensos a Primera son imborrables. Fue indescriptible lo que pude vivir en Logroño, en 1986, con Serra Ferrer en el banquillo. También hubo temporadas felices con Héctor Cúper y Luis Aragonés. La final de Copa de Valencia y la de Elche. Sin olvidarnos de los 16 años seguidos en Primera, un hecho histórico.

-Un centenario que se vive en Segunda.

-Los últimos años de fracasos deportivos y de gestión han empañado la historia del mallorquinismo, pero el club volverá a ser el que era. De eso estoy seguro. Los avatares del concurso de acreedores y el último descenso a Segunda del Mallorca los he vivido como presidente de la Federación.

-Ahora ha entrado una nueva propiedad.

-Hay que tener esperanzas en que la nueva propiedad actuará con seriedad y hará las inversiones necesarias para subir a Primera. Además, lo digo convencido. Han entrado con muchas ganas e ilusión, y eso es muy importante.

-¿Necesita el fútbol de esta comunidad un equipo en la máxima categoría?

-Por supuesto. El fútbol base de Balears, el que será nuestro futuro deportivo, se merece al Mallorca en Primera. Tenemos una cantera de gran nivel técnico. La inmensa mayoría de los 30.000 federados que tenemos inscritos mantienen como referente al Real Mallorca y necesitan verlo jugar en la máxima categoría. Por el bien de nuestro fútbol.

-¿Con qué presidente se queda?

-Todos han aportado su granito de arena y han hecho disfrutar a la gente que le gusta el fútbol. Miquel Contestí hizo un gran trabajo en una época complicada; Tomeu Beltrán le dio un aire ‘americano’ a las cosas para animar a la gente; y Mateu Alemany es una persona extraordinaria y sabe mucho. Creo que todos han hecho cosas muy buenas, ya que no es nada fácil gestionar un club. Hacer un balance con nombres es muy complicado, ya que no los he conocido a todos. Todos han hecho disfrutar a la gente que nos gusta el fútbol.