La sorprendente rápida reactivación del mercado turístico desde mediados del pasado mes de julio ha dado alas al optimismo de gran parte del sector de cara a una potencial recuperación y estabilización del mercado. Cierto es que las cifras de aquellos mercados más vinculados al turista europeo, a la cabeza el mercado balear, están operando a niveles relativamente sanos tras el avance del proceso de vacunación en Europa y restitución efectiva de los corredores turísticos, y asimismo, que esto impulsa previsiones más optimistas que enmarcan la recuperación dentro del marco temporal 2022-2023. No obstante, la recuperación es compleja y previsiblemente no homogénea en todos los mercados, fundamentalmente por el perfil de visitante histórico, siendo las Islas a priori los mercados para los que los modelos de análisis arrojan una curva de mejora más positiva, apuntando niveles de ocupación o pernoctaciones más estables dentro de un plazo temporal de 12 meses.

La progresiva vuelta generalizada a la normalidad en España y principales mercados emisores, en algunos subsegmentos bañada de cierta euforia, ha mitigado la acusada volatilidad e incertidumbre que nos rodeaba meses atrás, traduciéndose en estimaciones de cierre de año más favorables; en el caso concreto de Balears, gran protagonista de la exitosa reapertura, estimamos cerrar el año con un total de pernoctaciones de un 44% por debajo de la cifra de 2019 (versus un 2020 que cerró con un -91%) y un 2022 un 15% inferior a dicha referencia pre-covid que supone el 2019. 

El interés inversor en Balears acompaña con previsión de cerrar 2021 en 500 millones

La planta hotelera ha respondido al golpe de esta crisis demostrando una increíble flexibilidad y capacidad de adaptación, pero afronta la reapertura total con aún ciertas incógnitas y la imprescindible asistencia por parte de las administraciones en distintos ámbitos. Aunque en Balears la temporada se está cerrando, estimamos que los números para el conjunto del año 2021 arrojen un promedio de apertura del 83% de la planta alojativa, reapertura efectiva que deberá consolidarse durante 2022 pero pudiendo quedar un 5-7% de plazas que requieran de más tiempo dada la necesidad de reestructurar o recapitalizar aquellos operadores más afectados por la crisis de liquidez vivida. 

No obstante, los operadores son conscientes de la necesaria mejora de las instalaciones y reposicionamiento de la planta hotelera de cara a la consolidación del destino y una mayor competitividad comercial, en este sentido, sirva de referencia que estimamos proyectos en curso de reforma completa de unas 7.500 plazas para los próximos años, a lo que hay que añadir 1,700 nuevas actualmente en desarrollo. 

Y es que el interés inversor acompaña, con operaciones cerradas en lo que va de año por importe de 320 millones y previsión de cerrar 2021 en 500 millones en Balears, consolidando su protagonismo a nivel nacional (donde la inversión hotelera ha sido 1.900 millones hasta la fecha y estimamos cerrar 2021 con 2.600 – 2.900 millones).

El verano ha supuesto un indudable punto de inflexión, no solo operativo si no en la moral de los equipos y empresas, pero hay retos notables por delante; fundamentalmente, el reposicionamiento sólido del destino, la consolidación y mejoras del modelo de gestión en parte de la planta, y la apertura o entrada de marcas de referencia internacional que pueden contribuir a los anteriores aspectos.