La imponente catedral gótica se mira en el lago del Parque del Mar. Junto al templo, el palacio Episcopal, un edificio sobrio cuyos jardines pueden visitarse. Frente a la Seo se levanta el Palacio de la Almudaina y a los pies de esta edificación, crecen los exuberantes jardines de s’Hort del Rei. Muy cerca de allí, el edificio del Ayuntamiento en la plaza de Cort y la sede del Consell de Mallorca, en la calle Palau Reial. Si el visitante se aventura por las calles del centro histórico puede descubrir la frescura de los patios de las casas señoriales. Espacios en los que se intuye que el tiempo gotea más lento que en el resto de la ciudad. En el paseo del Born los altos plateros invitan a descansar un momento bajo su sombra. Allí mismo arranca la calle Sant Feliu, hoy cuajada de galerías de arte. A través de ella se accede a las inmediaciones del barrio de Santa Catalina tras pasar junto a Es Baluard Museo de Arte Contemporáneo.

Los jardines de s’Hort del Rei junto al Palacio de la Almudaina. Manu Mielniezuk

Santa Catalina, que hasta hace poco era un barrio popular, se ha ido convirtiendo en uno de los enclaves más demandados por residentes extranjeros. Concentra un gran número de restaurantes y locales de ocio nocturno. 

Es Jonquet con su singular plaza del Vapor, sus sencillas casas de una sola planta y sus molinos, hace frontera que con el ahora cosmopolita barrio catalinero. Allí, la ciudad parece hecha a otra escala y contrasta con el bullicioso paseo Marítimo sobre el que tiene una vista privilegiada. 

Patio de Ca l’Oïdor Berga. B. Ramon

Este espacio ganado al mar para la ciudad se encaja entre el puerto y El Terreno, que antaño fuera lugar de veraneo de la burguesía palmesana y que también acogió a artistas e intelectuales extranjeros. Sus estrechas y empinadas calles limitan y conectan con el bosque de Bellver, pulmón verde de la ciudad que rodea el castillo gótico del mismo nombre. Desde su privilegiada ubicación el visitante podrá disfrutar de una impresionante vista sobre la ciudad y parte de la isla y admirarse con la arquitectura de uno de los pocos castillos de planta circular de Europa.