Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011, la Serra de Tramuntana celebra este año el décimo aniversario de este galardón. La cordillera sigue fascinando al mundo por su valor natural y cultural como obra monumental gracias a la simbiosis entre la acción humana con la naturaleza. 

Este patrimonio mundial es el resultado de rasgos culturales, patrimoniales, económicos y naturales únicos que sirven para reconocer la belleza de un entorno único en el mundo. Las diferentes culturas que han pasado por la isla han dejado su huella en este paraje singular en forma de un patrimonio rico y extenso. Una muestra de ello es la tradicional ‘pedra en sec’, una técnica consistente en utilizar las piedras del terreno para construir bancales y que se ha empleado para levantar caminos, acequias, puentes y edificaciones. 

Este patrimonio único y sorprendente está reflejado en sus variadas estructuras hidráulicas; las impresionantes possessions, como Raixa y Alfàbia; las torres de Defensa, la del Verger, en Banyalbufar, o la de Albercutx, en Pollença;  junto a las fortificaciones medievales como la de Alaró sin olvidar el emblema espiritual de Mallorca: el Santuari de Lluc y numerosos elementos patrimoniales que cuentan con una protección singularizada y algunos de ellos están declarados Bien de Interés Cultural (BIC).  

La veintena de poblaciones que conforman la Serra a lo largo de sus casi 90 kilómetros de distancia, atraen por su belleza como Fornalutx, Sóller, Valldemossa o Galilea. Todos constituyen una unión perfecta entre la naturaleza y la arquitectura. El centenario tren de Sóller permite acercarse a gran parte de estos municipios con un completo recorrido al pasado.  

Sin duda, la Serra es una tierra de leyendas que ha dejado fascinados por su singularidad a destacados personajes de todos los ámbitos como el filósofo Ramon Llull; el noble europeo Arxiduc Lluís Salvador, que dejó el legado de la possessió de Son Marroig en Deià y el monasterio de Miramar en Valldemossa; destacados músicos como Frédéric Chopin; escritores como George Sand, Robert Graves, Agatha Christie y Gertrude Stein, entre muchos otros. La influencia de estos destacados intelectuales puede descubrirse en una completa ruta literaria por la Serra. 

Los paisajes son otros de los numerosos atractivos de este patrimonio mundial. Su litoral único es una muestra de la naturaleza salvaje. Un ejemplo lo encontramos en la playa del Port des Canonge, sa Foradada, la cala de Llucalcari o sa Calobra.