El municipio de Sant Josep, con sus 154 kilómetros cuadrados de superficie, se convierte en el más extenso de la isla, además de ser la vía de entrada aérea de los miles de visitantes que llegan a Ibiza. 

El municipio, que abarca toda la zona suroeste, cuenta además con 80 kilómetros de costa donde se encuentran las playas y calas más especiales de Ibiza, así como los enclaves perfectos para disfrutar de las puestas de sol con el icónico islote de es Vedrà de fondo.

Pero Sant Josep es mucho más que costa. El municipio engloba paisajes interiores, perfectos para la práctica del deporte, y una cuidada oferta cultural y patrimonial que se desarrolla por las cinco parroquias que lo conforman: Sant Jordi, Sant Francesc, Sant Agustí, Sant Josep y es Cubells. 

Además del Parque Natural de ses Salines, uno de los atractivos más especiales de Ibiza, donde se pueden observar colonias de flamencos en los estanques salineros, Sant Josep también alberga dos de los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: las praderas de posidonia oceánica y el poblado fenicio de sa Caleta. En este último caso, se trata del yacimiento arqueológico más importante para entender la historia de Ibiza y que data del siglo VIII a.C.

Dos flamencos en el Parque Natural de ses Salines VICENT MARÍ

Al poblado de sa Caleta hay que añadirle el asentamiento rural punicoromano de ses Païsses de Cala d’Hort, del siglo V a. C., una visita obligada para aquellos que quieran conocer los orígenes de las islas, o las torres de defensa. En la costa josepina se pueden encontrar cuatro de las siete atalayas que a día de hoy aun permanecen intactas y que, en algunos casos, pueden ser visitadas.

En total, el municipio suma hasta 32 playas diferentes y únicas, algunas destacadas por su valor ecológico y su belleza natural, como es el caso de ses Salines y es Cavallet, ambas enclavadas en el Parque Natural. La Reserva Natural de es Vedrà, es Vedranell y los islotes de Poniente, que se puede apreciar desde Cala d’Hort, es otro de los enclaves de visita obligada. 

Platges de Comte, Cala Bassa o es Jondal son las playas más reclamadas por los turistas y ofrecen una amplia oferta de restauración. Pero Sant Josep concentran también rincones más desconocidos, e igual de mágicos, como ses Boques, Porroig, es Codolar o es Bol Nou, y otras playas más familiares como es Torrent, Cala Tarida, Cala Vedella o Platja d’en Bossa. 

Con una amplia oferta gastronómica y zonas de ocio nocturno, como es Platja d’en Bossa, Sant Josep reúne todos los requisitos para convertir las vacaciones en una estancia inolvidable.