¿Qué papel jugará la innovación en la recuperación del sector turístico tan golpeado por la pandemia? 

Un papel fundamental. Será el concepto que marcará el punto de inflexión para adaptar el sector turístico a la realidad pospandemia.

El título del Foro Tendencias es: ‘Turismo: innovación y territorio’. ¿De qué manera la innovación puede contribuir a desarrollar el nuevo modelo de sostenibilidad territorial?

La Unión Europea ha propuesto ejes muy claros en este sentido: ahorro energético, tratamiento de residuos y tratamiento del agua, entre otros. En las Illes Balears la planta hotelera, los agroturismos y las residencias turísticas -el sector horeca en general- consumen y tratan muchas toneladas de agua.

CLIQIB -el Clúster innovador de la industria química- junto a la DG de Industria, la DG de Innovación y la UIB vamos a consolidar un proyecto muy interesante; un laboratorio, una infraestructura científica docente y de investigación en la que trabajarán universitarios y profesionales del sector del agua. El objetivo es establecer un conjunto de iniciativas que se consideran clave para construir conocimiento sobre el tratamiento del agua en los próximos años. Se trata de garantizar la salud pública y la seguridad desde el punto de vista de la higiene y calidad del agua en las Illes Balears como destino turístico.

La innovación se convierte en la herramienta imprescindible en todos los segmentos de la cadena de valor del turismo. ¿En qué aspectos es más necesaria?

En la de la transferencia del conocimiento, en la mejora de todos los procesos que puedan ser digitalizados. No hay un proceso en el que no se pueda intervenir y mejorar: captación de clientes, planificación de la estancia, permanencia en el destino y la relación con el cliente cuando regresa a su destino de origen. La innovación es básica en todos los procesos.

Frente a la masificación turística, se busca pasar del concepto de turista al de viajero y un turismo respetuoso con los espacios naturales. ¿Qué función cumple el plan innovador en este objetivo? 

En la captación del cliente y la gestión de lo que va a hacer durante su estancia. Si queremos evitar espacios saturados habrá que usar la IA, los datos, para saber de antemano qué intereses tienen las personas que nos visitan. Una vez en destino, esta información servirá para que puedan visitar de forma eficiente y libre de saturaciones nuestro patrimonio, espacios culturales, la oferta culinaria. Sólo un concepto de código abierto y transparente y la unión de todos los actores implicados, administración y sector privado, logrará el éxito en ese sentido.

Se ha realizado una encuesta nacional sobre la percepción de la innovación por parte de la sociedad. ¿Puede resumir las principales conclusiones?

Nada más llegar a la dirección general de innovación tramité pertenecer como patrono al GOIB, a la fundación COTEC -éramos la única comunidad autónoma que no formaba parte de COTEC-. La fundación hace un estudio anual de la percepción social de la innovación en España, por primera vez personalizada por comunidades autónomas. En ella las conclusiones son muy interesantes:

La inmensa mayoría se ha sentido capacitada para teletrabajar. 

La I+D+I se sitúa como cuarta prioridad de gasto público para los españoles, detrás de las pensiones. Las dos primeras, a distancia del resto, son sanidad y educación.

Los colectivos más vulnerables son más pesimistas tras la pandemia respecto a su capacidad de competir en un mercado de trabajo automatizado.

En el caso de la sociedad balear, ¿considera que existe conciencia de la importancia de este concepto para mejorar el turismo y nuestro territorio?

Por desgracia en las Illes Balears hay una percepción negativa de los procesos de tecnificación y automatización de las empresas y el empleo. Va a ser necesario mucho trabajo para cambiar esta percepción. No hay otra respuesta a los retos que vienen por delante que el del acceso al conocimiento relacionado con la innovación y la tecnología. Nuestra economía en el futuro será diversa, intangible y circular. No se trata de restar al sector turístico hay que sumar otras opciones de creación de riqueza y asegurar un reparto justo de sus beneficios; caso contrario perderemos el tren de la innovación que la UE pone a disposición de sus miembros. Y creo que podemos intuir las consecuencias de esta última hipótesis.

La pandemia ha acelerado unos cambios tecnológicos que aplicados a la gestión del marketing pueden contribuir a la mejora de Balears como destino de calidad. En su opinión, ¿cuáles son esas transformaciones más destacadas?

La clave es que ahora la mayor parte de los posibles visitantes tienen en sus manos un dispositivo tecnológico que les permite acceder a ofertas, experiencias y opiniones. Se trata de tenerlas en cuenta y potenciar los valores añadidos que nos hacen únicos. Conocer al cliente y sus preferencias en cualquier ámbito es una necesidad en el siglo XXI.

Como director general de Innovación del Govern balear. Sintetice los retos en esta materia para la mejora socioeconómica en Balears. 

El reto de la DG de innovación es el de acabar con la cultura de la economía sumergida o informal y transformarla en cultura del conocimiento emprendedor. Dicho de otro modo; o somos capaces a través del conocimiento de acceso gratuito -sin exigencias académicas para acceder a él y sin límite de edad-, transformar esta sociedad en una sociedad emprendedora y consciente del reto climático, social, sostenible, en igualdad de oportunidades para todas las personas que vivimos en estas islas, o seguiremos caminando hacia la saturación y el colapso. Por mi parte estoy trabajando en ello con diversas fundaciones y conceptos de innovación disruptiva educativa como el campus 42 de la Fundación Telefónica. La clave es siempre la misma: la educación.