En el Parque de Tecnologías Ambientales de Mallorca, gestionado por TIRME, podemos comprobar de primera mano el importante papel que juegan los ciudadanos en el modelo de gestión de residuos de Mallorca. El reciclaje de los residuos debe proceder, necesariamente, de la recogida selectiva. Por ello es necesario que la ciudadanía separe los residuos en cinco fracciones: papel/cartón, vidrio, envases ligeros, fracción orgánica y rechazo. Cada una de estas fracciones, de forma separada, se traslada al Parque de tecnologías ambientales para su correcto y diferenciado tratamiento. Veamos cuál es el camino que sigue cada fracción.

El papel cartón y el vidrio, tras su transferencia a las instalaciones de TIRME, se destinan a empresas recicladoras para convertirse en papel cartón reciclado y en vidrio para nuevos envases.

Los envases ligeros recogidos en el contenedor amarillo se destinan a la planta de selección de envases. En esa planta se separan esos envases en diferentes tipos de materiales: aluminio, hierro, brick y plásticos clasificados (PET, PEAD, PEBD y plástico mix). Tras su separación, los materiales son embalados y expedidos para su destino a empresas recicladoras específicas para cada tipo de material, donde se les da una segunda vida. Además, en esta instalación se realiza una labor de reinserción social de personas, gracias al convenio de colaboración firmado entre TIRME y Fundació Deixalles.

Las fracciones orgánicas, residuos de cocina y lodos de depuradora, son destinadas a las instalaciones de tratamiento biológico: compostaje y biometanización. Tras esos tratamientos, esa materia orgánica se convierte en compost, un abono orgánico sustitutivo de los fertilizantes químicos. Una parte de los lodos también se destinan a la planta de secado solar que convierte esos residuos en un biocombustible.

Desgraciadamente, no todos los residuos son reciclables. Por ello, en la planta de valorización energética se cierra el ciclo de tratamiento obteniendo de estos residuos no reciclables la energía que está contenida en ellos. De esta forma se consigue alcanzar el vertido cero en Mallorca y se da una utilidad, material o energética, a todos los residuos que se generan en la isla. Pasamos del paradigma de usar y tirar al de tirar y usar. En el Parque de Tecnologías Ambientales de Mallorca todos los residuos son recursos.

Además, de los residuos no reciclables se producen ecoáridos que, como material sustitutivo del árido natural, se están utilizando para la fabricación de cemento o para la construcción de carreteras.

Eso sí, todo ello no sería posible sin tu colaboración, que es básica para el buen funcionamiento del sistema. Necesitamos que todas las ciudadanas y ciudadanos de la isla contribuyan en la recogida selectiva. Basta un sencillo gesto: clasificar en casa los residuos y depositarlos en los contenedores adecuados o separarlos el día que nos indique nuestro ayuntamiento. Del resto se ocupa TIRME. De esta forma las latas de aluminio continuarán convirtiéndose en llantas de bicicleta, las botellas de plástico en forros polares o los restos de cocina en compost.

La colaboración ciudadana es la clave del éxito en la implantación del modelo de gestión de residuos implantado en Mallorca, modelo que ha permitido alcanzar el vertido cero en la isla. Para una isla como Mallorca que vive del turismo y, por tanto, de su paisaje y de su territorio, tener un modelo de gestión de residuos basado en el vertido cero no es un capricho, es casi una obligación.

En el Centro de Información y Educación Ambiental del Parque se trabaja para mejorar la concienciación social sobre el tema de los residuos y su reciclaje. Desde su inauguración, alrededor de 230.000 personas, de forma gratuita, han visitado este gran centro y han podido comprobar de primera mano el importante papel que juegan los ciudadanos en el modelo de gestión de residuos de Mallorca. Además, si también te preocupa el medioambiente anímate a seguir a @tirmemallorca en twitter y a la @familiareciclan en Facebook e Instagram.