«Balears sufre una recesión histórica y una crisis sanitaria, económica y social con una caída del PIB y un aumento del paro que duplica la media nacional. Todos los sectores y todas las islas están en negativo. También la construcción, aunque con un retroceso menor por lo que somos el sector que está llamado a ser el motor que impulse la economía de las Islas desde ya, frente a la crisis y a la pandemia», explica la presidenta de la Asociación de Constructores de Balears, Fanny Alba.

«Podemos ser la solución a la crisis, pero hace falta voluntad política. Que las administraciones no pongan trabas, que agilicen la tramitación de licencias y que permitan que los ciudadanos vean cumplido su derecho a una vivienda digna y asequible. La prioridad debe ser el uso del suelo urbanizable disponible para resolver un problema de falta de vivienda que sufre el 80% de la sociedad balear, conformada por miles de familias y jóvenes que no pueden acceder a una vivienda». 

Alba destaca que «somos un sector que incluyendo a toda su cadena de valor da trabajo a unas 70.000 familias en Balears y tenemos una gran capacidad de generar empleo y bienestar para los ciudadanos en estos momentos de tanta incertidumbre, pero nuestras empresas y trabajadores necesitan continuidad y apoyo de las administraciones».

«Queremos favorecer la colaboración público-privada, agilizar las licencias y que se facilite obra pública y privada sin consumir territorio, sino con innovación, sostenibilidad, eficiencia energética y cultura de prevención. Así, seremos la solución a la crisis, solo falta que nos dejen», concluye.