El pasado 9 de octubre finalizó la vendimia en la DO Binissalem, con los variedades locales Mantonegro y Gargollassa y con la foránea, Cabernet sauvignon, 4 días más tarde que la vendimia del 2018.

La producción total destinada a elaborar vinos de la DO Binissalem ha sido de 1.437.811 kg, un 11% inferior a la del 2018. El 72% de la producción corresponde a variedades tintas y el 28% a variedades blancas.

Las variedades autóctonas, que marcan la singularidad de nuestros vinos, representan un 53% del total de la vendimia, dato que se mantiene como en la campaña anterior.

Respecto a las variedades tintas, la Mantonegro representa un 42 %, Callet un 5% y Gargollassa un 0.3 % y, entre las blancas, la Moll representa un 57 % y Giró ros un 7 %.

La campaña ha venido marcada por la sequía y las elevadas temperaturas, lo que ha provocado un descenso general de la producción en la mayoría de variedades. En el caso de las variedades, Gargollassa, Moll y Giró, entre los autóctonas y Shiraz y Merlot, entre los foráneas, la producción se ha visto incrementada por la entrada en producción de viñedos jóvenes, compensando así el descenso general de la producción.

La sanidad y calidad de la uva ha sido extraordinaria por lo que se prevé que los vinos elaborados sean de gran calidad.

Ahora a los enólogos trabajan con las elaboraciones para sacar el máximo potencial de cada variedad y obtener vinos singulares y de la máxima calidad.