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Entrevista

Miquel Oliver: "Por suerte Manacor sigue siendo más pueblo que ciudad"

"Me gustan los libros sobre personajes o lugares que puedo imaginar, y los de Antoni Tugores en especial"

Oliver, ayer junto a una de las dependientas del horno de Can Roca, tras un 'pastel de pobre'. s.s.v.

P ¿Manacor es un municipio dormido?

R Siempre hemos tenido un movimiento asociativo y cultural muy importante, pero es cierto que sin ayuda política, o por lo menos no la suficiente. Digamos que la sociedad manacorina ha aprendido a tirar hacia adelante con o sin ayuda municipal. Así que imagínese si todo se une y se activa.

P ¿A qué hora suele levantarse y qué desayuna?

R El despertador suena a las 6,30. Camino del trabajo suelo tomarme un café con leche para acabar de despertar y empezar el día con fuerza. Ya después, a media mañana, sí que almuerzo con más dignidad y volumen.

P ¿Es más de dulce o salado?

R Reconozco que me gusta más el dulce si se trata de picar algo.

P Pues sigamos por ahí, ¿qué le dice un municipio cuyos dulces más típicos son el pastel pobre y los 'sospiros'?

R Que tiene una personalidad muy fuerte. Manacor, por suerte, sigue siendo más pueblo que ciudad pese a su extensión y número de habitantes. El nombre del pastel típico, por ejemplo, va más allá, caracteriza la idiosincrasia de los 20.000 habitantes que forman el núcleo duro, los que aún ponen el malnom en las esquelas, los que tienen que enseñar a los 20.000 que se han sumado la esencia del Manacor que afortunadamente aún tenemos.

P ¿A qué se refiere cuando dice que hay que pacificar el centro?

R Engloba unas cuantas cosas. El centro de Manacor no solo es donde viven sus vecinos, sino un espacio en el que se relaciona mucha gente en negocios, despachos, oficinas o comercios... y también una zona con prioridad para el peatón que hay que ampliar para ofrecer un mayor movimiento. Pero además de esa escenografía hay que crear las condiciones que ayuden a un ambiente seguro, con una iluminación y limpieza adecuadas.

P ¿Ha aumentado la inseguridad ciudadana durante los últimos años?

R Como le decía, Manacor sigue teniendo un carácter de pueblo. Tradicionalmente los mallorquines no tenemos la costumbre de ocupar el espacio público. Pero las pocas veces que lo hacemos queremos sentirnos seguros, sin ruidos, sin incivismo o suciedad. Eso, unido a que es cierto que últimamente se han producido tirones a gente mayor, hace que se cree una bola que es difícil de combatir. Y eso pasa por incrementar la vigilancia policial si es necesario y solventar los demás problemas del 'escenario' para que los ciudadanos vuelvan a notar esa confianza.

P ¿Cuál es su película o serie preferida?

R Creo que afortunadamente no me he enganchado a ninguna serie [sonríe]... y hace tiempo que no voy al cine; pero una de las películas que más me ha marcado fue Pa Negre, dirigida por Agustí Villaronga.

P ¿Manacor podría ser un reclamo cinematográfico?

R Al poco tiempo de entrar por primera vez en 2015, nos ofrecieron la posibilidad de filmar una película que se iba a titular El fantasma del Cine Goya. Pero en todos estos años no se ha querido potenciar nada al respecto; de hecho no hay ninguna ordenanza municipal que regule la filmación en espacios públicos, cuando tenemos espacios naturales muy interesantes.

P Hábleme del Cine Goya, ¿Es posible recuperarlo y evitar su degradación?

R Dentro de lo malo creo que el edificio todavía se mantiene en condiciones lo suficientemente buenas como para plantearse diferentes fórmulas de colaboración para rehabilitarlo y darle un uso. Aunque sea por la vía de un alquiler. Es un espacio significativo con la capacidad de poder revitalizar una zona del casco antiguo que está dejada de la mano de Dios. Podría utilizarse como locales de ensayo, reabrir el bar para potenciar una nueva vida social, ofrecerlo en concesión a una entidad sin ánimo de lucro, etcétera. Todo ello con la garantía de que el Ayuntamiento estaría detrás.

P ¿Cuál es la solución para Cala Varques?

R Lo primero intentar no promocionar el uso de las calas vírgenes del municipio por parte del Ayuntamiento. Creo que hay suficientes arenales urbanos y periurbanos de calidad y con la tranquilidad necesaria para no tener que publicitar otros espacios más sensibles. Cala Varques es un pequeño tesoro del que todos debemos ser responsables. Necesitamos la ayuda de las administraciones supramunicipales para solucionar de manera definitiva el problema del estacionamiento, creando un aparcamiento, si no hay más remedio, y las actividades ilegales. Además a ello se une la ingente presión que sufre Cala Varques por mar, por parte de embarcaciones que saturan la zona de baño y a las que hay que regular.

P ¿Se ha planteado la creación de un parque natural de las calas de Manacor?

R Se ha planteado. Un parque conectado con el de Llevant. Cala Varques y su entorno, de todas formas, ya gozan de una protección teórica, pero hay que ver de qué forma se aplica el reglamento.

P ¿Volverá el bus urbano o no se dan las condiciones?

R Aunque siempre he creído que debe potenciarse el transporte público, hay que ver de qué manera se debe implementar en Manacor. Existen estudios que nos dicen el tiempo que se tarda de ir una a otra parte de la ciudad. Si llegáramos a los 50.000 habitantes, cosa que no deseo, nos veríamos obligados a introducir un bus urbano. En definitiva, creo que es mucho más interesante tener una red más potente de transporte interurbano y colaborar con el consorcio para que los autobuses de línea que lleguen a Manacor puedan al mismo tiempo seguir una ruta dentro del núcleo.

P ¿Qué música escucha mientras conduce?

R Suelo escuchar la radio, pero si pongo un disco me gustan los de Antònia Font.

P Un libro.

R Me gusta que traten sobre cosas, personajes o espacios que conozca para poderlos imaginar, así que los de autores manacorins, y en especial los de Antoni Tugores.

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