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El PP consuma la pérdida de su poder municipal con todavía menos alcaldías

Los acuerdos con Ciudadanos y El Pi permiten a los populares salvar una decena de ayuntamientos

Los tiempos de los mapas teñidos de azul son cosa del pasado. El PP consuma la pérdida de su poder municipal. Todavía con acuerdos locales por cerrerarse y alcaldías que despejar, el nuevo panorama en la Part Forana es más bien pobre para los populares, que no sólo no logran remontar el hundimiento de 2015, sino que a pesar de que algunos acuerdos con El Pi, con Ciudadanos o con ambos le permiten salvar una decena de alcaldías, verá aún más reducida mañana su presencia en los ayuntamientos de Mallorca.

En apenas una década, el PP ha pasado de colorear de azul la isla a golpe de mayoría absoluta con hasta 31 alcaldías en 2011 a necesitar de pactos, incluso a tres bandas, para evitar un nuevo hundimiento que redujera esta vez a la mitad los doce ayuntamientos que las urnas le permitieron controlar en 2015.

A falta de despejarse algunas incógnitas, como el ingobernable ayuntamiento de Llucmajor, donde el candidato popular Eric Jareño todavía mantiene la esperanza de poder sumar para ser alcalde, a partir del sábado el PP tendrá 10 alcaldías. El peor registro de los populares en la Part Forana.

Seis mayorías y cuatro pactos

El 26 de mayo, el PP se dejó unos 25.000 votos en los municipios y unos cuarenta concejales en las urnas. Los populares lograron, con todo, ser primera fuerza en 13 municipios, pero sólo con mayoría absoluta en seis. Mientras la revalidó en sus feudos de Campos, Santanyí, Escorca o Estellencs, logró recuperar la mayoría en Alaró o en Selva. Por el camino, no obstante, se dejó las mayorías en Santa Eugènia o en Fornalutx, y no ha podido pactar ni en uno ni en otro municipio. También retrocedió en Petra, donde el exconseller Martí Sansaloni ha renunciado a la alcaldía en favor de sus hasta ahora socios de El Pi, y se quedó sin opciones de volver a pactar en Manacor.

Las negociaciones le han dejado también sin ayuntamiento en Felanitx ni en Andratx, donde El Pi se ha decantado por pactar con PSIB y Més por un año de alcaldía.

Con solo seis mayorías absolutas, el PP ha salvado, al final, una decena de ayuntamientos gracias a cuatro pactos que hoy saben a gloria al PP: ses Salines, Sineu, Sóller y Santa Margalida.

En los tres primeros, los populares gobernarán con Ciudadanos, convertido en su principal socio municipal. Sin embargo, si bien en Sineu se bastaron las dos formaciones, en ses Salines han necesitado del pacto con El Pi para dejar en la oposición a la coalición de izquierdas Endavant, y en Sóller, el municipio más importante que ahora gobernará el PP, Carlos Simarro será alcalde en minoría con los de Albert Rivera gracias a la abstención de El Pi.

La última alcaldía, firmada ayer mismo, será a tenor de su pacto con la marca Convergència-El Pi de Joan Monjo en Santa Margalida y sólo le durará un año.

Con todo, el PP liderará la oposición en una docena de ayuntamientos, entre ellos algunos de los más grandes, como son los casos de Calvià, Manacor, Inca, Marratxí, Felanitx o Andratx, entre otros.

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