La repetición del pacto de centroizquierda en Felanitx sigue sin cerrarse pese a estar cerca. El principal escollo: los problemas internos del Bloc, cuya junta local aún no ha decidido si dejarán gobernar en minoría a PSOE y El Pi y ofreciendo apoyos puntuales durante la legislatura, o bien entrarán a formar parte del equipo de gobierno local, pese a saber de antemano que no tendrán ninguno de los años de alcaldía después del bajón de cinco a tres concejales en las pasadas elecciones municipales.

Y es que dentro del seno de la formación asociada a Més no se ponen de acuerdo sobre cuál sería la opción más oportuna o que les supondría un menor desgaste. Uno de los partidarios de apoyar el bipartito desde fuera era el exalcalde y líder del Bloc hasta hace una semana, Joan Xamena. Pero la fuerza mayoritaria dentro del partido por forzar el acceso directo a las concejalías le hizo, entre otras cuestiones, tomar la decisión de marcharse del partido.

Así las cosas, en estos momentos todo apunta a un pacto cerrado entre los socialistas de Xisco Duarte y El Pi de Jaume Monserrat, que se repartirían a partes iguales los cuatro años de legislatura a la espera de formar la mayoría de escaños con el Bloc. Ese fleco hizo que ayer el propio Pi desmintiera los rumores que ya daban por cerrado el tripartito. De hecho ni Duarte ni Monserrat quisieron aclarar el futuro del entente.

Por otro lado, quien hasta anteayer intentó llegar a un acuerdo de gobierno con El Pi fue Catalina Soler, cuyo regreso a la escena local por el Partido Popular no ha terminado de cuajar del todo. Ayer desistía de poder llegar a un pacto de mayorías por el centroderecha. Hoy el PP de Felanitx con Soler a la cabeza ha convocado una rueda de prensa para explicar las últimas conversaciones con Jaume Monserrat y su propio futuro político en el municipio.

Recordemos que el vencedor de los pasados comicios del 26 de mayo en Felanitx fue el PP con 2.355 votos y seis concejales, lo que significa que los populares consiguieron un tercio de los apoyos totales. En segundo lugar quedó el PSOE con 1.472 y cuatro escaños, uno más que el Bloc, que pese a ello solamente se quedó a seis votos de diferencia. El Pi logró dos regidores, mientras que Podemos y Vox consiguieron uno cada uno.