Los electores de Alcúdia han revalidado el cheque de la gobernabilidad al pacto suscrito entre El Pi y PSOE que ha gobernado estos últimos cuatro años. Los resultados cosechados ayer por ambas formaciones políticas les permiten reeditar el acuerdo y seguir en el gobierno municipal durante cuatro años más. Sólo que en esta ocasión las tornas han cambiado y es el PSOE quien ha obtenido más actas de concejal con un total de cinco. Los regionalistas de El Pi han logrado cuatro actas más lo que les confiere la mayoría absoluta.

Así pues, los regionalistas han cedido dos concejales respecto de 2015, mientras que los socialistas han ganado uno.

Pérdida

El partido del actual alcalde, Toni Mir, ha perdido casi 200 votos respecto a las anteriores elecciones. Parece ser que el hecho que Mir se retirará cediendo el liderazgo a Domingo Bonnín ha condicionado la elección de los votantes, a pesar de que Bonnín es un veterano de la política local.

Con las tornas cambiadas en el equilibrio de poder, en el seno del pacto, es de suponer que en esta ocasión la alcaldía pase a manos de los socialistas. Así pues lo más probable es que, si se llega al acuerdo de reeditarlo, Alcúdia vuelva a tener alcaldesa en la persona de Bàrbara Rebassa Bisbal.

El nuevo pacto tiene ante sí una legislatura en la que debe resolver un tema complicado, pues posee un elevado superávit en sus arcas que no puede gastar a causa de la Ley Montoro, pero por contra precisa acometer obras de urgente necesidad como el alcantarillado de dos de sus barrios costeros.

Competencia

El Partido Popular también pierde terreno y si en los comicios de 2015 obtuvo cuatro concejales, ayer se quedó en tres ediles. Los conservadores han acusado la competencia de los ultraconservadores de Vox, pues todo apunta a que la formación verde le ha arrebatado el edil que pierde.

Ciudadanos es el nuevo partido en el hemiciclo alcudienc, que presumiblemente ha restado votos a El Pi. Esquerra Unida y Ciudadanos de les Illes se quedan fuera.