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Informe

Un tranvía de quita y pon

El gobierno del PP de Jaume Matas se sacó de la manga a finales de los noventa el proyecto de un metro ligero en superficie que no se materializó y el segundo Pacto de Progreso proyectó un tranvía a s'Arenal y al aeropuerto que ahora se quiere sustituir por un trambús

Los colapsos circulatorios en la Vía de Cintura y en los accesos a Palma son constantes, en especial cuando se produce un accidente. guillem bosch

Uno de los principales problemas de Palma y de su área metropolitana es el generado por el predomino del vehículo privado a la hora de que los ciudadanos realicen sus desplazamientos tanto para acceder a la ciudad como entre barriadas.

Pese a que las medidas adoptadas desde principios de este siglo, cuando se redactó el primer plan de movilidad, han conseguido incrementar los espacios para los peatones, con la peatonalización de calles, ampliación de aceras, ejecución de dos ejes cívicos como el de Fàbrica y Blanquerna y la ampliación progresiva de la red de carriles bici, el nivel de motorización de la ciudad ha ido creciendo, exceptuando en los peores años de la crisis, cuando el tráfico por las Avenidas, por ejemplo, disminuyó en un 30% en relación a los años precedentes.

Una de las infraestructuras anunciadas repetidamente por sucesivos gobiernos autonómicos y municipales y que no se ha materializado en este tiempo ha sido la implantación del tranvía de Palma a s'Arenal con una conexión al aeropuerto de Son Sant Joan en una primera fase y posteriores enlaces con Calvià.

Ya el primer gobierno de Jaume Matas se sacó de la manga a finales de los 90 el denominado proyecto de metro ligero en superficie, que nunca se materializó.

Rechazado el metro propuesto por Matas, el gobierno municipal de Catalina Cirer fue refractario a cualquier otro sistema de transporte de alta capacidad entre la ciudad, la zona turística y s'Arenal, aunque no puso inconvenientes a la ejecución del denominado metro a la UIB, pese a que su construcción no se incluía en el Plan Sectorial de Transportes recientemente aprobado.

Fue durante el segundo Pacto de Progreso, con el gobierno municipal de Aina Calvo, cuando se proyectó nuevamente la necesidad del tranvía a s'Arenal y al aeropuerto. Por parte del Govern se llegó a aprobar primero el trazado y después el proyecto básico. La primera fase, que unía la ciudad con Can Pastilla y el aeropuerto de Son Sant Joan costaba 207 millones de un total de 380.

Con el cambio de gobierno en 2011 en Cort y en el Govern este proyecto no se materializó. Si bien durante en el presente mandato no se ha retomado, tanto el PSOE como Més han reivindicado la necesidad de que Palma disponga en los próximos años de un transporte de alta capacidad para que pueda absorber la movilidad que se genera a lo largo del denominado corredor de Llevant, con unas necesidades de transporte de entre 12 y 14 millones de pasajeros al año.

Curiosamente, Més se ha apeado de la reivindicación del tranvía y ahora apuesta por el denominado trambús, un sistema de transporte eléctrico que no requiere de la instalación de vías ni de grandes infraestructuras urbanas y que, en consecuencia, su implantación sería mucho más económica, con una inversión prevista de 30 millones.

Corredores para bicicletas

En su programa, este partido también apuesta por la construcción de aparcamientos en las afueras de la ciudad, la habilitación de denominados "corredores para bicicletas", la creación de estacionamientos para estos vehículos en los barrios, la implantación en más barriadas de la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora, la ampliación de la gratuidad del bus hasta los 18 años y la creación de una tarifa joven por parte de la EMT para personas entre los 16 y 30 años. Por su parte, el PSIB-PSOE, mantiene la necesidad de que, con financiación del Govern y del Estado, se ejecute el tranvía previsto, como una de las medidas de movilidad.

Esta actuación se debe completar, con la ampliación y la mejora de la flota de la EMT (en este mandato se ha consegudo adquirir 100 nuevos autobuses de los cuáles ya han llegado dos), la mejora de líneas y de frecuencias, seguir apostanto por el uso de la bicicleta y de la denominada movilidad eléctrica, además de construir aparcamientos disuasorios en los principales accesos de la ciudad conectados con el transporte público, ya un clásico en todas las propuestas electorales de los últimos años, y finalizar la integración tarifaria.

El PP no hace mención en su programa del tranvía, y apuesta por la ejecución de más infraestructuras viarias como la finalización del segundo cinturón, además de la mejora del transporte público, habilitar aparcamientos disuasorios en los accesos a Palma y la construcción de más estacionamientos subterráneos tanto en el centro como en las barriadas. También contemplan la elaboración de un plan de movilidad sostenible a ocho años.

El programa de Podemos en materia de Movilidad apuesta por ganar espacio al coche y facilitar todos los transportes alternativos habilitando carriles en función del tipo de locomoción y mejorar la flota de la EMT.

Ciudadanos también está por la habilitación de estacionamientos disuasorios conectados con el transporte público, con el fin de evitar la entrada de vehículos, que saturan la ciudad.

La receta de Vox también pasa por los estacionamientos disuasorios en las principales entradas a la ciudad, mejorar el transporte público y ampliar las zonas peatonales y los carriles bici.

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