"El invierno está llegando" -el lema mantra de Juego de Tronos- no se puede aplicar desde luego a Mallorca, que se derrite de calor cada año. La isla tampoco tiene un trono de hierro, por mucho que las estructuras que se ven en algunas de sus rotondas parecen inspirarse en el amasijo férreo por el que se pelean en la serie de televisión del momento.

Por Mallorca, que se sepa, no se vislumbran 'caminantes blancos' (una especie de zombi medieval con muy mal despertar), más allá del zigzagueo de algún guiri pálido, pero subido de alcohol, a las tantas de la madrugada en Magaluf.

Sin embargo, hay una cosa que sí vincula -salvando todas las distancias, de acuerdo- las elecciones municipales con las intrigas del producto estrella de HBO de la que todo el mundo habla y cuyo capítulo final se emite esta madrugada. Al igual que en Juego de Tronos se despliega un complejo universo de sagas que se enfrentan entre ellas, de familiares irreconciliables y de dinastías que se perpetúan en el tiempo, la política municipal depara curiosos escenarios en que tu rival político puede ser uno de tus seres queridos más cercanos.

Todo incruento, eso sí, no como en la serie, que no deja títere con cabeza (y no es una expresión figurada).

En las listas electorales de los diferentes pueblos de Mallorca, hay padres que compiten contra hijos, cuñados en diferentes polos ideológicos que pugnan por la vara de mando municipal, hermanos que prácticamente copan una candidatura, familias que se dividen hasta entre tres listas electorales diferentes...

¿Y cómo se vive esto? ¿Vuelan los cuchillos en las comidas familiares? ¿La abuela ejerce de 'casco azul' a manteles mediando en tensas conversaciones sobre derechas e izquierdas? Busquemos algunas respuestas, por ejemplo, en el Poniente de la isla, que no tiene nada que ver con los Siete Reinos, sino que se refiere a la parte occidental de la isla. En el municipio de Andratx, hay una familia que encarna el pluralismo ideológico a la perfección. Hasta tres miembros de la familia se presentan en otras tantas candidaturas municipales.

Por un lado, está Margarita Esteva Jofre, número dos en la lista del PSOE a la alcaldía de Andratx. Tomeu Bosch Esteva, su hijo, ocupa el cuarto lugar en la lista de Més. Y la sobrina de Margarita y prima de Tomeu, Joana Bosch, va de número seis en la lista de El Pi.

Pluralidad ideológica

Mientras se toman un café en la casa de Margarita, adonde Joana -que es electricista- ha acudido para hacer un presupuesto para un arreglo, explican que la "armonía" preside las relaciones familiares pese a la diversidad de opciones ideológicas.

Eso sí, en voz baja y en tono de broma, Tomeu Bosch comenta que sí que ha mantenido alguna discusión con su madre sobre política.

"Pero la cosa nunca ha ido a más", apostilla Tomeu, que es hijo, además, de un histórico del PSOE andritxol: Jaume Bosch, que fue concejal en tiempos del alcalde socialista Maties Terrades.

Otros rivales políticos familiares inciden en esa idea de que, ante todo, se impone el civismo a la hora de lidiar con esta situación en que el cuñado que se sienta a tu lado en la cena de Navidad, compartiendo canapés y cantando villancicos, es el que después te puede poner en aprieto durante un debate en un pleno municipal.

De eso tienen algo de experiencia Caterina Neus Serra, candidata a la alcaldía en nombre de la Coalició Independents de Marratxí-El Pi (IDMA-El Pi), y Cristina Alonso, número dos por el PSOE. Las dos son cuñadas y, también, rivales en el pleno.

Durante esta legislatura, Serra ha estado en la oposición y Alonso, en el equipo de gobierno. Y ambas optan a repetir representación municipal tras el 26 de mayo.

"Lo vivimos con normalidad. Cada una respeta la opinión de la otra, aunque no solemos hablar de política. Sabemos separar la vida familiar de la política", dice Serra. "Tenemos mucha confianza la una con la otra. Es verdad que al principio fue quizá un poco más complicado. Nos encontramos con una situación imprevista después de las elecciones de 2015", explica Alonso, en alusión a la formación de un gobierno municipal de izquierdas en Marratxí.

En los debates plenarios, Alonso ha contestado en alguna ocasión a las preguntas desde la oposición de su cuñada. "De política no hemos discutido nunca. Aceptamos que cada una ha de seguir las directrices de su partido. A veces, los que más discuten son los de nuestro entorno", cuenta.

Hermanos cara a cara

También prefieren obviar según qué tipo de discusiones los hermanos Olmo Garcías, vecinos de Consell. Catalina Olmo concurre como número dos en la lista presentada por la agrupación de electores Som Consell, una plataforma que surgió como una escisión del PP a finales de la legislatura 2011-2015. Mientras, Eulalio Olmo, su hermano, ocupa el puesto número nueve en la candidatura de los populares de esta localidad del Raiguer.

Las sagas familiares son un clásico de las elecciones locales, como lo son en Juego de tronos las casas de los Lannister, los Stark o los Targaryen. En Son Servera, sin ir más lejos, se encuentran hasta tres hermanos en la lista del PP. La encabeza como candidato Jaime Servera Lliteras. Y, junto a él, están sus hermanas Inés y Juana Aina.