nCampos, junto a Santanyí, son los únicos municipios del Migjorn que saldaron con sendas mayorías absolutas para el PP las pasadas elecciones locales de 2015. Un rédito importante para el alcalde campaner, Sebastià Sagreras, de cara a afrontar los temas importantes que se han ido fraguando durante la legislatura. O eso se preveía, porque durante estos cuatro años ha tenido que lidiar con cuestiones supramunicipales, algunas de ellas de difícil encaje.

Comenzando hace dos años por la orden de demolición forzada de los chiringuitos de la costa de es Trenc, justo antes de que se iniciara la temporada turística y poco tiempo después de la sentencia judicial que requirió eliminar de una vez por todas la urbanización fantasma de ses Covetes. Todo ello llevó al tradicional planteamiento municipal y social sobre el perjuicio hacia un pueblo que tiene su costa protegida de hoteles y en el que hace tiempo que la industria lechera va de capa caída.

Así que tanto el Govern como el Consell de izquierdas le han dado a Campos una de cal y otra de arena. Por una parte, la conselleria de Medio Ambiente declaraba a mediada legislatura la zona de es Trenc-Salobrar como nuevo Parque Natural de Mallorca, lo que implicaba una reducción en cuanto a concesiones de hamacas, sombrillas y lotes turísticos en su arena y, por lo tanto, menos ingresos para las arcas locales en forma de concesiones.

Por otra, la decisión del ejecutivo ha dejado un panorama más ordenado alrededor de la mejor postal de la costa isleña, con un aparcamiento en ciernes de casi 500 plazas que deberá desahogar el caos de vehículos en que se ha transformado es Trenc durante los últimos cinco años, donde el aumento de bañistas ha obligado incluso, en determinados días de verano, a cerrar el camino de acceso a ses Covetes, por lleno físico del espacio. Dentro de los beneficios para el ayuntamiento del Partido Popular estará precisamente el control y gestión económica durante cuatro años del parking y sus beneficios, lo que palia el recorte de lotes playeros.

Por otro lado, el departamento de Carreteras del Consell sigue adelante con el desdoblamiento de la carretera entre Campos y Llucmajor, un proyecto polémico en determinados sectores de izquierdas y ecologistas, pero que en cambio cuenta con el apoyo total del consistorio campaner de Sagreras, que siempre ha visto en los índices de mortalidad de la vía, una urgencia para transformarla en un eje más amplio.

Nueva escuela pública

Las otras patas de la mesa en que se ha aguantado la legislatura están centradas en el mundo educativo. Por una parte está la puesta en marcha del proyecto de la nueva escuela pública de Campos, situada en el polémico Ecobarri y para la que ya hay planos y detalles. Un demanda educativa arrastrada desde hacía años por el agobio de alumnos en el CEIP Joan Veny i Clar. Y, por otra, la ampliación del colegio privado Fra Joan Ballester a través de un nuevo edificio situado en el conocido como ‘Patio de la Oje’, cedido por el Ayuntamiento al Bisbat para los próximos 75 años.

De este modo, las próximas elecciones municipales se presentan como una reválida para el Partido Popular tras la debacle en clave nacional, y para poder comprobar si su nueva candidata, Xisca Porquer, cuenta con el mismo tirón que Sebastià Peixet. Enfrente tendrá alternativas que repiten como la de Maria Magdalena Lladó en el caso de Més, o del histórico Francisco Blasco para la filas de Endavant, que suma distintas tendencias de la izquierda local. La novedad en esta ocasión es la irrupción de Vox y su peso dentro de la comarca del Migjorn.