La presidenta Francina Armengol continúa en Madrid en su cruzada para impedir que el PSOE se abstenga y permita que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno. Se ha convertido en la baronesa socialista más activa contra un acuerdo con el PP e incluso ayer se permitió el lujo de replicar al mismísimo Felipe González. El expresidente se mostró partidario de que el PSOE facilite con su abstención el ascenso de Rajoy a la Moncloa. A Armengol no le tembló la mano al contestarle durante su intervención del Executive Forum España: "Es un mal favor a la democracia que el PSOE facilite la investidura de Mariano Rajoy. También creo que sería una traición a nuestra historia y a los votantes socialistas". La jefa del Govern estuvo acompañada del líder del PSC, Miquel Iceta, y el expresidente y ahora senador Francesc Antich.

La presidenta balear apostó por una consulta a la militancia, pero dejó claro que "ni terceras elecciones ni traicionar a nuestra historia". En este sentido indicó que ve "razonable" que se pida la opinión a la militancia socialista sobre los acuerdos de Gobierno, tal y como ya se hizo con el acuerdo con Ciudadanos.

Armengol insistió en la postura que ya defendió el miércoles tras mantener un encuentro con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y reiteró la necesidad de que los socialistas intenten formar "un gobierno de cambio" en caso de que el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, fracase en su intento de sumar los apoyos necesarios para ser investido. Recordó que el PP fue el partido más votado el pasado 26 de junio. Sin embargo, insistió en que en España "no gobierna quien más votos tiene sino quien tiene más apoyos parlamentarios".

En este sentido, la mandataria isleña se puso de ejemplo a ella misma, que fue la segunda fuerza más votada en las islas, pero al final consiguió formar Govern al tener los apoyos parlamentarios de Podemos y Més.

Contestación a González

La líder socialista de Balears dejó claro que entre los partidos que pueden apoyar al PP no se encuentra el PSOE. "Ambas formaciones son como el agua y el aceite. El PSOE es la alternativa, no una comparsa", apuntó situándose en contra de la posición defendida por el expresidente Felipe González ayer mismo en un artículo en el diario 'El País', en el que pedía al PSOE que negocie con Rajoy. La presidenta del Govern afirmó respetar "muchísimo" la opinión de Felipe González, pero en este caso no está de acuerdo con su postura porque considera que el PSOE "ni por activa ni por pasiva" debe facilitar un Gobierno del PP, ya que con ello haría "un mal favor a la democracia", aseveró.

Acto seguido, Armengol se preguntó si Rajoy puede ser presidente en minoría, después de la trayectoria de corrupción en las filas de su partido. "Yo diría que no", se respondió, al tiempo que defendió un gobierno alternativo de consenso entre diferentes partidos y liderado por el PSOE siguiendo el modelo de Balears.

La respuesta del PP balear a estas afirmaciones de la presidenta no se hicieron esperar. La portavoz parlamentaria, Marga Prohens, recriminó que la presidenta del Govern "desee que haya unas nuevas elecciones o que se repitan las veces que haga falta hasta que gane Sánchez". Prohens destacó que Armengol es contraria a la opinión generalizada en el PSOE y añadió que "si los socialistas se abstienen y Mariano Rajoy es presidente del Gobierno, espero que Armengol se dé de baja del PSOE".

La dirigente popular criticó con contundencia a la presidenta: "Mantiene la misma postura que tras el 20D, una postura en contra de muchos pesos pesados de su partido, en contra le la lógica y en contra, sobre todo, de lo que dijeron los ciudadanos en las urnas, que reforzaron al PP en número de votos y escaños".

Financiación autonómica

Por otra parte, la presidenta Francina Armengol también aprovechó su intervención en el Executive Forum España para reclamar un nuevo sistema de financiación autonómica basado en un "federalismo fiscal" que permita a las comunidades contar con más autonomía en la prestación de los servicios básicos.

Relató que Balears está trabajando con Cataluña en lo que ha denominado "federalismo fiscal", un sistema que permitirá a las comunidades autónomas contar con una financiación "mucho más justa y equitativa gobierne quien gobierne".