Pese a las proclamas triunfalistas y las intenciones de ser la primera fuerza política, la coalición de izquierdas Units Podem Més no logró desbancar al PP en la capital de Balears. Sin embargo, las dos formaciones mayoritarias recuperan peso tras el batacazo electoral de diciembre de 2015. PP y PSOE vuelven a sumar la mayoría absoluta de votos en la capital, a diferencia de lo que pasó hace seis meses. El bipartidismo no se vio relegado en los comicios de ayer y se rompe la tendencia iniciada en las últimas elecciones generales.

Las dos principales formaciones a nivel estatal sumaron 92.300 de los 171.100 votos válidos de la capital, es decir, un 53,5%. A estas cifras todavía hace falta sumar el voto del extranjero, que podría ajustar más el margen. Recuperaron casi un 10% de los votos respecto a los anteriores comicios, en los que PP y PSOE sumaron el 45,8%.

Lo llamativo fue que este avance de populares y socialistas se produjo a pesar de que en la ciudad hubo casi un 3% menos de participación: la cifra bajó del 64,7% al 62%.

El PP continúa como primera fuerza en Palma, un hecho que se ha repetido siempre desde las elecciones generales de 1989 (es decir, desde que existe la formación). Solo fueron la segunda fuerza en Ciutat en los comicios de 1982 y 1986, cuando los socialistas quedaron por delante de Alianza Popular. En 2008, cuando José Luis Rodríguez Zapatero obtuvo la mayoría absoluta, el PSOE también estuvo a punto de adelantarles en Palma, pero no lo logró por muy poco.

Los populares obtuvieron ayer 58.400 votos (33,9%). Un dato curioso es que la ex delegada del Gobierno Teresa Palmer ha tenido más tirón como cabeza de cartel de los populares que el exalcalde de la ciudad, Mateo Isern.

La otra fuerza tradicional en Palma sigue el tercera posición. El PSOE, encabezado por Pere Joan Pons, logra 33.900 votos (2.000 más que en las anteriores elecciones generales). Supone el 19,7% de los apoyos del total de Palma, casi un 2% que en la pasada convocatoria de 2015.

La suma de Podemos, Més y Esquerra Unida repitió como segunda fuerza. No obstante, la confluencia de las tres formaciones de izquierdas sale tocada y, de la misma manera que ha sucedido en el conjunto de Balears, no ha conseguido sumar todos los votos que los tres partidos consiguieron por separado.

La lista de Units Podem Més, que encabezó el juez Juan Pedro Yllanes, sumó 44.400 votos, lo que representó un 25,7 por ciento de los sufragios válidos en la capital balear. Units Podem Més terminó como primera fuerza en algunos colegios electorales del Terreno o el Jonquet.

Cuando se presentaron por separado en las elecciones de diciembre, Podemos, Més y Unidad Popular sumaron unos 59.000 votos, que representaban el 33% de los electores. La pérdida de apoyos en la confluencia de izquierdas es notable en la capital, donde por lo general tienen un amplio número de apoyos.

Curiosamente, Podemos funcionó mejor por separado que en coalición. En 2015 lograron 44.514 votos por ellos solos, mientras que Units Podem Més obtuvo 44.359 sufragios: 155 votos menos, a falta de sumar el voto exterior.

La candidatura del exregidor del Ayuntamiento de Palma Antoni Verger, como número tres en la lista de Units Podem Més tampoco sirvió de aliciente para los votantes de la capital.

De los cuatro principales partidos, el único que pierde votos es Ciudadanos. Se deja un 0,6% en Palma, aunque se mantiene con un sólido 16,4% y 28.300 votos y confirma la tendencia de que la formación naranja obtiene mejores resultados en las grandes ciudades.

Respecto de las fuerzas extraparlamentarias, el quinto partido en Ciutat fueron los animalistas de PACMA con casi 3.000 votos sin apenas hacer campaña en las calles. El siguiente partido fue Sobirania per a les Illes, con 1.500 sufragios. Recortes Cero obtuvo 700 votos, UPYD perdió la mitad de apoyos y se quedó con 600, y Familia y Vida cerró la lista con 400.