-Dijeron que iba a por la victoria en coalición y se han quedado casi con los mismos votos que tuvieron en solitario en diciembre. Y por el camino han huido 39.000 votantes que sí apoyaron a alguno de los partidos de Units Podem Més en diciembre. En la noche electoral había decepción. Al día siguiente, ya en frío, ¿qué análisis hace?
-Lo que esperábamos que sumara mucho más no ha sumado. Habrá que valorar las circunstancias por las que no ha habido la movilización esperada, pero no ha funcionado como creíamos, ni se parece a lo que percibíamos en campaña...
-En campaña la impresión que daba era que los únicos que estaban moviendo a la gente eran ustedes. ¿Qué ha pasado?
-Sí, en la campaña se percibía que la coalición no solo sumaba, sino que multiplicaba con un proyecto de progreso ilusionante, que reunía inquietudes y sensibilidades diferentes, pero unidas por un deseo de cambio, de avanzar hacia una sociedad mejor para todos. Pero no ha resultado ser así.
-Analistas de distinto color político coinciden en que los que buscaron el voto del miedo, caso del PP, han ganado a los que vendieron ilusión y sonrisas, como Units Podem Més.
-Así es. Ha habido una parte importante de miedo en el voto ganador. Habrá que analizarlo mejor, pero es miedo a las consecuencias del Brexit, a lo que se ha vendido acerca de que nos identificaran con un populismo que no somos, miedo a cambiar y hacer algo distinto, más limpio y justo. Está claro que el voto del miedo que buscó el PP le ha ganado al voto de la ilusión.
-Habido subido el PP en Valencia mientras detenían a sus concejales. Lo mismo en Granada, donde detuvieron al alcalde. Y tampoco parece que el escándalo del ministro Fernández Díaz haya disuadido gran cosa, sube su candidatura en Cataluña. No ya como político, sino como miembro de esa judicatura que ha perseguido la corrupción, ¿se siente derrotado?
-Es evidente que la corrupción no pasa factura y que escuchar que un político trata de utilizar las instituciones para perseguir a adversarios con distintas ideas no importa. Es descorazonador, la verdad. La comisión de lucha contra la corrupción va a costar mucho sacarla adelante así.
-Vamos con el mañana. ¿Qué pasará con la coalición de cara al futuro? ¿Qué gobierno prevé?
-No estuve en las negociaciones para formar la coalición, ni voy a estar. Esa no es mi tarea. A partir de ahí, tenemos dos diputados por Balears, y vamos a trabajar, trabajar y trabajar esta legislatura. Tenemos la misma representación que el 20 de diciembre y la vamos a usar para reclamar las promesas que han ido haciendo a las islas en materias como la movilidad, la financiación o el régimen especial.
-Con el PP con mayorías absolutas en Madrid y en Balears no se acordó esa reforma de financiación que reclama Balears. ¿Con un gobierno menos estable en Madrid y un pacto de izquierdas mandando en Balears de verdad cree que hay algo que hacer?
-Estará muy complicado, está claro: habiendo gobierno del mismo color no fue posible esa reforma tan importante. Hay que tenerlo clarísimo. Pero lo pelearemos, que es para lo que hemos sido elegidos. Y lucharemos por más cosas: hemos escuchado del PP en campaña que iban a pelear por la financiación justa. Estaremos detrás para que cumplan.
-Entiendo por sus palabras que da por hecho que serán Rajoy y el PP quienes formen gobierno. ¿Descarta un pacto entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos para gobernar España?
-Sinceramente, ahora mismo, fríamente, creo que Mariano Rajoy lo intentará. Se podría sondear ese gobierno de progreso con equilibrio de fuerzas con el PSOE, pero es más factible que Rajoy intente formar gobierno. Está legitimado por este resultado electoral para ser el primero que lo intente. Y luego toca trabajar por Balears.
-Es usted, con Mae de la Concha (también de Units Podem Més), el primer diputado por Balears que llega al Congreso en tres decenios sin ser de PP o PSOE. ¿Qué prioridades se marca?
-Es un reto personal. No sé qué pasará en el futuro y cuál será el papel que me encomienden, pero tengo claro que reivindicaré que estemos en las comisiones parlamentarias en las que más se juegan los intereses de Balears. Y eso no pasa por los temas de justicia, que son los míos, sino por las comisiones de Fomento, Turismo, Financiación, que son las que interesan a los baleares. Hoy lo mío da igual: importa lo de Balears y es en lo que me centraré.
