"Papá, ¿a quién vas a votar?" "A los mejores". "¿Y quiénes son los mejores?" "Los que aún no nos han robado". Teresa Águeda se dirigía ayer a mediodía hacia el colegio electoral de la calle Sant Magí, en el barrio de Santa Catalina, cuando escuchó esta conversación, que le dibujó una sonrisa en la cara y le infundió más ánimos para depositar su papeleta. "Vengo con muchas ganas, porque me siento joven y creo que ahora podremos ver un cambio". Votó lo mismo que en diciembre, como Júlia Sánchez, otra residente en la barriada que también acudió con ilusión a la iglesia que ayer se llenó de urnas para depositar las esperanzas de muchos palmesanos.

"Normalmente no voto, ya que no creo en el sistema electoral -afirmó Júlia-, pero ahora lo hago con convicción, porque veo que por una vez es una herramienta útil para cambiar el panorama. Estamos en un momento con más opciones que el bipartidismo y me parece muy interesante para mejorar las cosas".

De los 17 consultados en seis colegios electorales de Palma, 11 depositaron el mismo voto que el 20D y los otros seis optaron por partidos diferentes. Y siete acudieron a las urnas con ilusión frente a una decena que lo hizo con resignación. En el sondeo participaron los hermanos Toni y Juan Manuel Gomila, de Santa Catalina, y ambos se mostraron "un poco cansados de tener que repetir las elecciones", destacó Toni. No obstante, Juan Manuel volvió a confiar en "uno de los partidos pequeños". Margarita Sagrera, que votó en el colegio Santísima Trinidad, del barrio de Sant Jaume, estaba ilusionada con uno de los pequeños, al igual que en diciembre, "porque son muy formales y tienen la cabeza muy bien amueblada".

En el mismo centro estaban Maria Antònia Quetglas y Aitor Portas, ambos "con resignación". Sin embargo, él cambió su voto "para ver si en esta ocasión se aclaran" mientras que ella hizo lo mismo que el 20D, aunque ha comprobado estos meses que "todos los partidos son iguales".

"Un fracaso político"

"Estamos aquí como resultado de un fracaso político, debido a que no han sabido entenderse", lamentó Pedro González, que ayer acudió a las urnas porque "si no votas, no tienes derecho a quejarte". Según Gabriela Morell, quien votó en el Ayuntamiento, "es un derecho y un deber tras tantos años de dictadura y para aprovechar lo poco que dejan participar en la vida política". No obstante, no le han convencido "ninguno de los candidatos que se presentan. Voto sin ninguna ilusión", concluyó.

Los electores consultados en el colegio público Aina Moll, en la plaza de los Patines, tienen ganas de "que sea la última vez", pidió Elena Cano, quien modificó "un poco" su voto por un motivo principal: "Se me ha dibujado más la personalidad de cada líder. Elegimos que hubiera variedad y se pusieran de acuerdo y no lo han hecho". David Cano tiene 18 años y ya ha participado en dos elecciones generales. Pese a esta singularidad, está "ilusionado" y en seis meses ha cambiado de voto por uno "más prudente", aunque no entiende "por qué no pudieron llegar a un acuerdo, ya que estaba claro". Para Juanjo Jarreño también es inexplicable, pero ha decidido "cambiar a uno más útil teniendo en cuenta los que pueden pactar. No quiero unas terceras elecciones".

Es lo que se temen Cristina Blanco y Luis Bustillo, quienes acudieron a la Escola Graduada y ambos votaron lo mismo que en diciembre. "Existe un bloqueo generalizado, por lo que podrían repetirse los comicios", dijo Luis, aunque "los ciudadanos hemos hecho nuestro trabajo dos veces y son los políticos quienes deben cumplir", destacó Cristina tras mostrarse ambos "desencantados con la situación actual". También es pesimista Paula González, ya que "si antes no hubo voluntad de negociación, tampoco la habrá ahora", argumentó quien eligió el mismo partido que el 20D.

María Serra, que ayer votó en el instituto Arxiduc Lluís Salvador, estaba "muy ilusionada" con la formación política escogida las pasadas elecciones. "Ahora he cambiado porque el otro no hizo nada y he elegido uno para que no gane el que no quiero", según explicó sobre su "voto práctico". También ha cambiado de opinión Tomeu Salvà: "El que voté iba muy perdido". Espera que ahora "haya más claridad y se acabe todo este rollo".