Si los pronósticos más o menos exactos se hubieran cumplido, la coalición Units Podem Més debería haber ganado en Manacor con 6.065 votos, seiscientos por encima del Partido Popular. Pero aunque pueda parecer paradójico, las matemáticas y la política no mezclan bien. Así las cosas, el Partido Popular ganó ayer, como ya lo hiciera el pasado diciembre, unas nuevas elecciones generales en Manacor. Y lo hizo aumentando en casi 900 votos respecto a hace medio año, aunque todavía muy lejos de los casi 7.700 apoyos en clave estatal logrados en 2011.

Un bálsamo en cualquier caso para el alcalde Pedro Rosselló, quien consigue hacer olvidar, en parte, el pobre resultado obtenido por los populares en las autonómicas de hace poco más de un año, que hicieron que el PP pasara de la mayoría absoluta con Antoni Pastor a obtener tan solo cuatro concejales.

Pero volviendo a la aritmética y a la clave nacional, tampoco es que a Units Podem Més le fueran nada mal las cosas: superó con cierta holgura los 4.000 apoyos (más de una cuarta parte de los manacorins confiaron en ellos) y se afianzaron como segunda fuerza muy por delante del PSOE.

Los socialistas de Amanda Fernández, pese a recuperarse del tropiezo que les hizo perder un millar de votos en diciembre respecto a 2011, se quedaron en el tercer peldaño, lejos de unos y otros, con 2.756 sufragios luchados durante una campaña activa pero sin demasiado premio, siguiendo la tónica estatal.

El cuarto en Manacor fue Ciudadanos, que prácticamente calcó, a la baja, los resultados del 20 de diciembre. Y la quinta fuerza fue Sobirania per les Illes, cuyos 623 votos no le permitieron sobrepasar el 4% de los totales emitidos. Curiosamente resistió UPyD, que llegó a los 27 votos, la mitad de los 53 conseguidos en las anteriores generales.

Mención aparte merece la abstención, que rozó el 43% y que supone que solo el 57,2% de los vecinos del municipio se animó a votar. Del mismo modo aumentaron tanto los votos nulos (1,2%) como los emitidos en blanco (1,1%).