El Día de la Marmota se extendió también al Senado. Los resultados de los candidatos baleares a la Cámara Alta han supuesto una repetición casi calcada de las pasadas elecciones. El Partido Popular mantiene su hegemonía, un poco más monolítica si cabe. Frente a ellos, la coalición de Units Podems Més, con Margarita Quetglas como única senadora, representa la gran sorpresa y aparece incapaz de rentabilizar en votos la confluencia de partidos de izquierda y nacionalistas. El PSOE, por su parte, consuma la ausencia de representantes electos de las islas al Senado pese al cambio de candidatos.

De las elecciones de diciembre el PP se erigió como la gran fuerza política del Senado, cámara en la que los conservadores mantuvieron la mayoría absoluta. Las islas fueron un fiel reflejo de esta tendencia. De los cinco senadores electos de Balears, cuatro fueron del PP -dos por Mallorca, una por Menorca y uno por Eivissa-. La quinta representante insular en la Cámara Alta fue Margarita Quetglas, de Podemos por Mallorca.

Y ayer se volvió a repetir el reparto casi voto a voto. El único toque de emoción se dio en Menorca, donde la representante de Units Podem Més, Margarita Benejam, se quedó a un millar de votos de arrebatarle el escaño a Juana Francisca Pons, del PP. Pero casi en política equivale a nada. Los resultados finales volvieron a reproducir el reparto de diciembre. El PP mantiene su hegemonía. Cuatro de los cinco senadores de las islas serán del partido conservador: Miquel Ramis, Catalina Soler, Juana Francisca Pons y Samtiago Marí. La quinta representante de las islas en el Senado volverá a ser Margarita Queglas, de Units Podem Més. Y el PSOE balear se queda sin ningún representante, haciendo inútil la sustitución de José Antonio Manchado por Francisco Ducrós.