En el cierre de campaña, los cuatro partidos que el domingo se juegan las elecciones mantienen sus posturas enconadas al mismo nivel que el 20-D. Ante las divergencias exhibidas entre los candidatos por Balears, ayer en el debate electoral en el Club de Diario de Mallorca, no es descabellado que España se vea abocada a las terceras elecciones generales.

Ni Teresa Palmer (PP) ni Pere Joan Pons (PSOE) ni Fernando Navarro (Ciudadanos) ni Antoni Verger (Unidos Podem Més) se atrevieron a garantizar que no se repetirán los comicios, al plantearles la cuestión el moderador, el periodista de este diario Miquel Adrover. "Si no se suma tendremos terceras elecciones", fue el más claro Pons en este sentido. "No tenemos garantías [de que no deba volver a las urnas], pero habría que evitarlo, si no la gente nos va a tirar cosas por la calle", afirmó Navarro.

El debate se inició entre los cuatro cabezas de lista [con la excepción de Verger, que va de número 3] reprochándose mutuamente que se haya llegado a esta situación. Interpelados sobre el futuro más inmediato, en cuanto a pactos, Palmer y Navarro se mostraron sin ambages partidarios de la gran coalición con el PSOE. "Yo haría un gran acuerdo PP-PSOE y Ciudadanos, el que no se quiere sentar es el PSIB", aseveró la candidata popular. "Yo me sentaría con el señor Pons y el señor Navarro, y no con Unidos Podemos", zanjó Teresa Palmer. Su homólogo en C´s se decantó por la misma fórmula, un pacto con PP y PSOE, excluyendo a Podemos: "Pablo Iglesias no me da ningún miedo [hasta ahí, la misma frase que había dicho Pons minutos antes], pero me inspira toda la desconfianza del mundo", sentenció Navarro.

"Queremos articular un pacto con el PSOE y dar salida a este deseo de cambio de la gente. Queremos un pacto a la balear. Armengol sí lo ha entendido, pero Pedro Sánchez no aclara con quién pactará, y el señor Pons tampoco", recriminó Antoni Verger al candidato socialista. "Todo pasa por el PSOE", ironizó Pere Joan Pons, que aseguró "con el PP no pactaremos", y añadió: "Las fuerzas progresistas sumarán, creo, y Pedro Sánchez será el presidente".

"Los votos al PSOE pueden significar perfectamente la continuidad del señor Rajoy", alertó Verger, recriminando a los socialistas su querencia por Ciudadanos en lugar de una alianza solo con fuerzas de izquierda. "Nosotros somos muy sinceros, queremos un Gobierno de mayoría progresista con el PSOE, lo decimos muy claro. No pactaríamos ni gobernaríamos con Ciudadanos ni el PP", enfatizó el de Unidos Podem Més.

"Los pactos tienen que saberse"

"El votante tiene que saber adónde va a parar su voto; darlo al PSIB vemos que es como ponerlo en una ruleta rusa, y luego ya veremos", remachó Fernando Navarro. "No nos gusta hacer el paripé como hacen otros, nuestra propuesta es pactar con todos aquellos con los que compartimos una idea de España, del proceso europeo, del pacto antiyihadista..." afirmó Teresa Palmer.

Al reprocharle Verger y Navarro su indefinición, Pere Joan Pons insistió: "Creo que saldrá una mayoría de partidos progresista y que Pedro Sánchez será presidente, pero la suma tiene que bastar". Al inquirirle el moderador qué votaría si el PSOE se decantara por la gran coalición, Pons fue vehemente, sin rodeos: "No me abstendré, me sabe mal. No sé qué hará el señor Pedro Sánchez. Si depende de mí, yo votaré en contra" [de que siga Rajoy].

En este bloque se evidenció un duro choque entre Pons y Verger, cuyos partidos gobiernan juntos en Balears. "Alguna responsabilidad debe tener también Podemos en que no haya habido Gobierno. Tú también eres Podemos ahora, [el pacto frustrado] lo llevas en la mochila. Tu jefe ahora también está en Madrid, es Pablo Iglesias. Nosotros, siendo segunda fuerza, al menos lo intentamos", remató Pons contra Verger.

"O ustedes se desmarcan de Ciudadanos, o será muy difícil que les creamos", abundó en sus ataques al PSOE el tercero de la lista de Unidos Podem Més. "Señor Verger, no se lo recrimine tanto, si es lo mejor que han hecho", bromeó Navarro dirigiéndose a ambos contrincantes.

"Le recuerdo que usted estuvo en un Govern participado por Unió Mallorquina", le soltó entonces Pere Joan Pons a Antoni Verger, para reforzar su argumento de que los escaños de PSOE y Podemos no habrían bastado para tener mayoría en el Congreso, y de ahí su pacto con Ciudadanos. "Esto es lo que hay, cuando los números no bastan hay que buscar sumar", reiteró Pons. "Si tenemos que empezar a hablar de la historia del PSOE...", respondió Verger, con el clima entre los dos partidos de izquierdas tensándose cada vez más. "No tengo que pedir perdón a nadie", le espetó el socialista al econacionalista, sobre el acuerdo firmado entre Sánchez y Albert Rivera.

Otro de los apartados versó sobre las consecuencias de los resultados del 26-J para el Govern del Pacto. "Si hacemos la gran coalición la señora Armengol tendrá problemas con sus aliados de Podemos, que ya le están tocando las narices. Y esperemos que así sea"., deseó la popular Teresa Palmer.

"Un pacto PP- PSOE-Ciudadanos dejaría en una delicada situación al PSIB", coincidió Fernando Navarro. Todo lo contrario, Pere Joan Pons desvinculó el desenlace del próximo Gobierno del devenir del Govern: "Los acuerdos por el cambio que hay en Balears están basados en una mayoría sólida, cada uno tiene que hacer su camino en paralelo", dijo refiriéndose a Madrid y Palma.

Por su lado, Antoni Verger también separó una cosa de la otra, y se centró en la "necesidad de tener un Gobierno central aliado", para que entre otras cosas "no nos autoricen prospecciones petrolíferas como hace el PP o continuemos con ministros como Fernández Díaz, el capo de la mafia".

Palmer defendió al titular de Interior y sostuvo que "lo que es mafioso es que se divulgue una conversación privada a cinco días de las elecciones".