-De sus tres rivales en Balears, Juan Pedro Yllanes (Units Podem Més), Pere Joan Pons (PSOE) y Fernando Navarro (Ciudadanos), ¿con quién se iría a pasar un fin de semana en un yate?
-Madre mía... Con Navarro.
-¿Y con quién pactaría?
-Con Navarro.
-¿Usted cree en el sistema parlamentario?
-Sí, claro.
-¿Y por qué defienden que tiene que gobernar la lista más votada?
-Porque es el reflejo claro de la voluntad de los ciudadanos.
-En nuestro sistema parlamentario gobierna el que suma más apoyos en el Congreso.
-Cuando dice parlamentario pensé que se refería a un Congreso y a un Senado... Yo creo que tiene que gobernar la lista más votada.
-No, me refería a nuestro sistema. ¿Es antisistema, por lo tanto?
-No. No. La reforma del sistema electoral que propugnamos desde el PP va en esa línea.
-¿Quién le ha hecho peor campaña, su compañero de partido Carlos Simarro proponiendo crear el "día del machote" o el ministro del Interior en funciones conspirando para fabricar escándalos contra otros partidos?
-A ver, las palabras de Simarro son muy desafortunadas. Se ha excusado públicamente. Creo que las hizo en tono jocoso, pero son desafortunadas. En cuanto al ministro del Interior, creo que hay que esperar al resultado de la investigación abierta. Hay una conversación publicada de forma descontextualizada y sesgada. Veremos qué dice la investigación. En cualquier caso creo que son modos mafiosos.
-¿A qué se refiere al hablar de modos mafiosos?
-A grabar conversaciones privadas y luego sacarlas a la luz pública cinco días antes de las elecciones para tratar de influir en el electorado. Ese modo de hacer política no me gusta nada. ¿Que quién me ha hecho peor campaña? Pues no lo se. Ambas cosas han tenido su repercusión, pero yo creo que la mejor campaña la hago yo.
-Es decir, mejor sola que mal acompañada...
-Ja, ja, ja. Siempre. En todas las áreas de la vida.
-¿Si el ministro de Interior fuera de otro partido le pediría la dimisión?
-No. Esperaría al resultado de la investigación. Nunca he sido partidaria de juicios mediáticos. De todos modos, algunos de los que ahora se llenan la boca y se rasgan las vestiduras, hace unos días decían que manejarían a jueces y guardia civil para ir en contra de sus adversarios políticos.
-Supongo que habla de Podemos, pero todos los partidos, salvo el PP, han pedido la dimisión de Fernández Díaz.
-Sí, sí. Estamos a cinco días de las elecciones y lo que me hubiera extrañado es que no lo pidieran.
-Puede ser usted la primera candidata del PP balear a la que gane otro partido en las islas.
-Creo que no va a ser así. Creo que los ciudadanos de Balears darán en su mayoría la confianza al PP.
-¿Un personaje vivo al que admire?
-(Lo piensa) Uno, no. Dos: mis padres.
-¿Y uno al que deteste?
-Es que yo detesto a poca gente. Bueno, lógicamente a los genocidas y dictadores sí les detesto.
-Según lo que reflejan las encuestas, que usted sustituyera a Isern como candidata del PP balear no influye mucho en la intención de voto. ¿Tan poco cuenta el cartel electoral?
-En unas elecciones generales siempre se mira más a lo que se hace el partido a nivel estatal. Mi objetivo ha sido mejorar los resultados de Isern no por Isern, sino por que el 20 de diciembre hubo un castigo al PP, también por las circunstancias naciones, y hemos tratado de recuperar a esa gente descontenta.
-¿Si no lo consigue, lo considerará un fracaso personal?
-No. Soy consciente de que estoy dando todo lo que tengo y, como dice mi madre, el que da todo lo que puede no está obligado a más.
-¿En esta campaña ha perdido los nervios con...?
-No he perdido los nervios, pero sí me ha molestado el ataque personal. Creo que cuando uno discute, lo que hay que poner sobre la mesa es argumentos, no descalificaciones y gritos. En algún debate he notado un poco de agresividad innecesaria.
-¿Contra el PSOE los populares vivían mejor?
-Es que con el PSOE, a pesar de ser adversarios políticos y tener en distintos temas distintas ideas, compartíamos la misma opinión sobre temas clave para el país.
-¿Qué defenderá para Balears com diputada, gobierne quien gobierne?
-Un sistema de financiación justo, transparente y equitativo y un REB que compense los costes de insularidad.
