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La prórroga

Cuatro diputados y ninguna libertad

Cuatro diputados y ninguna libertad

Nadie acaba una campaña con la dureza insobornable que pretendió al emprenderla. Se suavizan las aristas, el análisis se impregna de humanidad. El objetivo único del 26J es construir un Gobierno, misión frustrada en la anterior legislatura. Pues bien, los candidatos baleares con escaño asegurado que han participado en los debates de clausura de IB3 y del Club de este diario, ignoran qué harán en Madrid con su voto. En un flagrante incumplimiento del mandato constitucional, aportan un acta para que sus líderes estatales pacten sin consultarles. Esta difuminación no prohíbe el retrato personalizado de cuatro diputados y un destino, que no controlan.

Teresa Palmer. Ha sido valiente al aceptar los debates pues, al escucharla hablar finalmente, se entiende perfectamente por qué no lo hacía antes. El acto de Sóller en que Rajoy dejó claro que su favorita era María Salom, hubiera quedado más lógico en la explanada y expoliada del hotel Rocamar, en el mismo municipio. Su cruce de desidia y desinterés se sintetiza en la frase "me dijeron que había aumentado el gasto social, pero no apunté la cifra". O en "un pacto que no ha sido partidista". El candidato de Podemos es más conocido que la candidata del millón de fotos.

Juan Pedro Yllanes/Antoni Verger. El juez impaciente despliega una sobredosis de energía, que impresiona a correligionarios de Podemos a quienes dobla la edad. Es el candidato que mejor coincide con lo que debería ser su partido, pero ha de prepararse mejor los asuntos que no lindan con su asignatura. Verger, el eterno dimisionario, lamentaba en los debates del 20D que entre los cabezas de lista de los partidos principales no constara ninguna mujer. Por fin hay una, pero en el PP. La lista más izquierdista promueve a dos varones de tres escaños posibles.

Pere Joan Pons. Es un candidato de laboratorio, adscripción que a buen seguro entiende elogiosa. Empollón o hipster, demasiado perfecto. Se ve presidente, y me temo que ante un espejo. El 26J demostrará si el concienzudo aspirante obtiene recompensa. Dos es hoy una victoria para el PSOE más desangelado que vieron los siglos. Le redime su valentía de desafiar a Pedro Sánchez, pero el cielo se ve distinto en Madrid.

Fernando Navarro. No gana votos, los selecciona. Al hermano de la gerente del PP de Génova, nada le molestaría tanto como que le confundieran con un mallorquín. Siempre habla desde fuera, con un tono fúnebre que agrava el Estado de España. Se revuelve si le confrontan con Alpha Pam, cita al remilgado José Antonio Marina. Es un personaje del teniente Blueberry, pero no el protagonista precisamente.

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