-¿Ha desayunado langosta?
-He desayunado ensaimada. Se ha magnificado el tema. Lo que más lamento no es tanto que se le haya dado tanto bombo a un pobre animal, sino que la indiscreción llegue no a que te hagan fotos en un lugar, porque te arriesgas a eso, sino que un grupo de particulares no puedan cenar sin que transcienda el menú que han tomado.
-Iglesias es una persona pública.
-Ahí había dos personas muy mediáticas, Pablo Iglesias e Irene Montero, pero estaban 25 más sobre los que no existía el más mínimo interés en saber qué habían cenado.
-De sus rivales en estas elecciones, ¿a quién le invitaría a langosta?
-A langosta a nadie porque no soy especialmente aficionado a ella. No tendría problema en cenar con cualquiera de ellos.
-¿Y para pactar?
-Para pactar lo hemos dicho desde el primer momento, el PSOE.
-¿Con quién está más cómodo en Units Podem Més, con EU o con Més?
-Estoy muy cómodo con los dos acuerdos. He comprobado que hay muy buena sintonía con los candidatos de EU en Balears y también con los de Més.
-¿Le cuesta morderse la lengua en esta campaña para no hablar del PSOE?
-Creo que no me he tenido que morder mucho la lengua. Procuro ser prudente. Al PSOE le mencionamos en positivo, para decirle que la mano está tendida para un gobierno de progreso.
-¿De verdad no le da ganas de ser menos prudente?
-Creo que en el PSOE tienen un serio problema de división. Una parte muy importante de sus bases que no concibe otra coalición de gobierno que no sea la que proponemos. Tarde o temprano, tendrán que resolver sus problemas de identidad. Pero la mano sigue tendida.
-En Podemos también han surgido divisiones
-No estoy muy al cabo de la calle de lo que se cuece en las esferas del partido. Si percibiese que hay una seria división, probablemente no seguiría aquí.
-¿Se siente más cercano a Pablo Iglesias o a Íñigo Errejón?
-Igual. Hay gente que se manifiesta más próxima a Errejón, pero Iglesias también tiene un público entregado.
-¿Si no logra dar el 'sorpasso' al PP balear, será un fracaso?
-Hablar de fracaso con un partido con menos de tres años que es candidato firme a ganar en votos al PP balear... Si al final no se produce ese escenario, que estamos convencidos de que se producirá, no lo consideraremos un fracaso.
-Presentan su programa como si fuera un catálogo de Ikea. Lanzan frases del estilo de "el partido del amor". ¿Usted se siente cómodo?
-Absolutamente cómodo. Somos el partido del amor, de los abrazos. La idea del formato de catálogo para el programa me parece una genialidad.
-¿V de Vendetta o El Padrino?
-Me lo pone complicado. Si me hace elegir entre papá y mamá, El Padrino.
-¿Un personaje vivo al que admire?
-Me pone en un compromiso... Mire, hace dos semanas conocí a Bergoglio, el Papa, y me pareció un personaje enormemente interesante.
-¿Uno al que desprecie?
-José María Aznar. Ha sido un cáncer para la democracia de este país. A Rivera le gusta mucho, según ha dicho.
-¿Un defecto que no soporte?
-La vanidad. Suele acompañar a quienes no deberían vanagloriarse de ningún aspecto de su personalidad.
-Iglesias parece vanidoso...
-Iglesias es... Cómo se lo diría... Estoy convencido de que se ha visto desbordado por cómo se ha convertido en el fenómeno más mediático del país.
-¿Uno de los fracasos de Podemos es no haber logrado que deje de vinculársele a Venezuela?
-En los últimos días Venezuela ha desaparecido del debate. Lo han sustituido por Grecia. Bueno, salvo alguna salida de tono del ministro de Justicia en funciones, pero es que es muy dado a las salidas de tono. ¡Que mire a su partido! Me dijeron que íbamos a coincidir en un debate, pero se ha rajado. Lástima.
-En cuanto sale a colación el ministro Catalá se viene usted arriba.
-El día que nos conocimos me dijo que no me volviera a poner una toga. Cariñoso el muchacho, sí... Además, eligió mal el momento, el lugar...
-Si Podemos se queda cuatro años en la oposición, ¿corre el riesgo de ser como una moda pasajera?
-Al contrario. Ahora es cuando empieza su consolidación como opción con posibilidades de gobernar y un proyecto político serio para este país.
-¿Lo que pase tras el 26-J puede afectar a la estabilidad del Govern balear?
-Creo que no tiene por qué haber repercusiones automáticas. El Pacto en Balears funciona muy bien. Otra cosa es que, según lo que ocurra, pueda evolucionar... Pero realmente no lo se.
