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La prórroga

Quieren ser suecos, nosotros lo somos

Quieren ser suecos, nosotros lo somos

Los candidatos a las elecciones suspiran por ser suecos modélicos. Los mallorquines ya lo somos, según puede comprobar un paseante por nuestras calles más selectas. Nos predican a Suecia como el paraíso en la tierra. No acaban de explicar por qué sus habitantes huyen en masa del edén, para comprar pisos en Mallorca a un precio medio de cuatrocientos mil euros. Les queda dinero, después de pagar un 135 por ciento de sus ingresos en impuestos.

Bienvenido sea cualquier escándalo pero, si la dictadura de Qatar patrocina al Barça, bien puede Ikea esponsorizar a Podemos. El partido emergente y efervescente desarbola las críticas ajenas por el procedimiento revolucionario de asimilarlas en su discurso. Se ríe de sí mismo para evitar la risa de los demás, y cosecha votos por el camino.

La contemplación no exenta de erotismo de Alberto Jarabo y de Juan Pedro Yllanes como top models en delantal, no debe distraernos del análisis sociológico. Podemos adaptó primero El grito del noruego Munch a su programa electoral, y ahora se inspira a fondo en los catálogos de Ikea. Del expresionismo a la tienda de muebles que equivale al Walt Disney del siglo XXI, y viceversa. Sobre todo, la enésima reedición de la irrefrenable pulsión escandinava, que ha sacudido a todas las fuerzas emergentes de la democracia española.

Adolfo Suárez ya deslumbró a lomos de Suecia. No en vano el historiador Mijail HarSegor, profesor de la universidad de Tel Aviv, destacaba que "la nueva Constitución española está más próxima al modelo escandinavo que al anglosajón". Se refería por supuesto a todos los apartados constitucionales que nunca han sido puestos en práctica. Este incumplimiento no impidió que otra revelación del orbe político, Jordi Pujol, se apuntara al "modelo sueco" en el inicio de su fulgurante carrera en la Generalitat. Sin olvidar que la devoción de Felipe González por Olof Palme precedió al entusiasmo del socialista español por los genocidas sudaneses.

Por extraño que parezca, el PP copia todos los tics de Pablo Iglesias. No puede descartarse que la coalición Podemos/Ikea lleve a los populares a reclamar como modelo sueco a la única leyenda escandinava que puede competir con el diseño masivo. En tal caso, el cuarteto formado por Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas grabará un vídeo de campaña vistiendo los ceñidos trajes brillantes de Abba y entonando su Waterloo. Dado que insisten en hacerse el sueco, les recomendamos un viaje a la isla que alberga a más ciudadanos con ese pasaporte que la propia Escandinavia.

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