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La prórroga

Podemos no asusta mucho en Balears

Podemos no asusta mucho en Balears

Los números frígidos permiten una traducción psicológica. Pese a los esfuerzos de la derecha y la izquierda tradicionales por asustar a los votantes, Podemos no da mucho miedo en Balears. En un mismo día, dos encuestas acreditadas sitúan a la formación de Pablo Iglesias como la más votada de la comunidad. Si El País no solo le otorga tres diputados, sino también la mayoría relativa con uno de cada tres sufragios, el CIS se limita a constatar que la alianza Units Podem Més coronará el tercer escaño.

Si desean entender el shock electoral que vive Balears, retrocedan solo tres años atrás. Podemos no existía ni en forma embrionaria, Bauzá imponía su TIL, Rajoy preparaba la Ley Mordaza también desde la mayoría absoluta. Hoy, dos sondeos ofrecen tres de los ocho diputados al Congreso a una fuerza distinta de PP y PSOE. Hasta hace seis meses, populares y socialistas ostentaban el monopolio de la representatividad en Madrid. La marca Units Podem Més Ikea cosecha un escaño para cada uno de sus integrantes políticos, y en la campaña pretenderá un cuarto para la tienda de muebles. Alberto Jarabo se aferraba ayer mismo al utópico número cuatro.

El tercer escaño todavía virtual de Podemos puede proceder del PSOE según el CIS, aunque Metroscopia para El País reparte el riesgo de la pérdida entre socialistas y populares. Al margen de la procedencia del último chorro de votos hacia Iglesias y asociados, queda claro que Sánchez no ha convencido a los izquierdistas mallorquines de que hizo lo posible para presidir el Gobierno. Se le culpa indirectamente de haber frustrado la alianza progresista, que además lo hubiera llevado a La Moncloa. Como mínimo, la estéril apuesta del secretario general socialista por Ciudadanos ha causado perplejidad entre sus votantes.

El escepticismo mallorquín también ha neutralizado la voluntad de radicalizar a Podemos. Según los sondeos, el PP balear se halla más escorado hacia la extrema derecha que la alianza de Iglesias hacia la extrema izquierda. Es otro resultado comprensible, si se recuerda que la lista emergente viene encabezada por un juez, suma expresión del orden y la ley.

Por si sirve de consuelo a populares y socialistas locales, el problema no reside en sus por otra parte pésimos candidatos. La consolidación balear de Podemos viaja en paralelo a la evolución del voto estatal. En una lectura sucinta, el CIS sostiene que PP más Ciudadanos se alejan de la mayoría absoluta, en tanto que Podemos más PSOE se aproximan al celestial 176. Con el inconveniente de que Iglesias lidera el asalto a los cielos.

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