El cabeza de lista del PSIB-PSOE a las generales, Pere Joan Pons, cree que solo la socialdemocracia que representa su partido puede dar respuesta al deseo de pluralidad que reflejaron las urnas el pasado 20D y que se repetirá el 26 de junio pero requiere madurez para alcanzar acuerdos porque "con líneas rojas será muy difícil quitar a Mariano Rajoy".

"La prioridad es que las políticas que se han hecho hasta ahora, que nos han llevado a un túnel institucional, social, económico y democrático y que nos han provocado una especie de crisis existencial que tiene a España en el diván, que todo eso salte", asegura Pons en una entrevista.

Para desbancar al PP del Gobierno, el candidato socialista por las islas es partidario de que el PSOE busque acuerdos por la izquierda aunque no descarta a otros socios: "Yo apuesto por hacerlo desde las fuerzas progresistas, pero si no hay una fuerza que sume, habrá que integrar a todo el mundo".

Pere Joan Pons (Palma, 1970) tiene claro que "si la sociedad es más plural el 26 de junio, habrá que reflejar esa pluralidad en el Congreso y también en el Gobierno". Sobre el proceso vivido desde el 20D, está satisfecho del papel jugado por su partido: "El PSOE lo ha hecho bien porque ha intentado proyectar ese cambio".

"Quien piense que se puede jugar en un Parlamento dejando fuera a una gente que tiene 40 diputados es muy naíf. Ni siquiera se puede dejar a Izquierda Unida que tienen dos, con un millón de votantes. Ahí es donde creo que a todos nos falta 'finezza'", asegura sobre las críticas al acuerdo con Ciudadanos.

Pone de ejemplo a Cataluña: "Yo creo que en Cataluña se llegó a un acuerdo porque había más cultura, se hizo un cambalache pero se hizo porque había esa capacidad". También en el asunto territorial es partidario del diálogo: "Te sientas, acuerdas, negocias, tratas de encontrar soluciones..., ahora no estamos ni en fase de diálogo".

"No hemos tenido en 30 años de historia ningún ministro que no fuera del PP ni del PSOE, nunca ha entrado un Duran i Lleida ni nadie del País Vasco. Ver un poco más allá es lo que nos falta", reclama.

Pons quiere contribuir desde la experiencia de Baleares, con su historia de tres pactos progresistas. "Desde Baleares donde tenemos una tradición desde el año 99, no de fracturar, sino de pactar, tenemos mucho que aportar".

Insiste en que "el gran error es creer que no se puede sumar" y defiende que PSOE y Podemos pueden entenderse. "Primero creo que hay que sumar por la izquierda, pero si no da, pues no da. Lo que no puede ser es que a gente que está representada en el Parlamento se le ponga una cruz. Eso sería un error", insiste.

"Creo que se conseguirá porque no hay salida de emergencia, no hay plan B, o se llega a un acuerdo o no vamos a hacer unas terceras elecciones", afirma sobre un futuro pacto que augura que "no será solo un acuerdo de gobierno, sino para funcionar como país de otra manera".

Opina que "lo más conservador que puede haber es el desacuerdo" y que el Partido Socialista tiene que obtener "la mayor cantidad de votos posible para poder transformar eso". Cree que su rival a batir el 26J es la abstención.

Ante la caída experimentada por el PSIB-PSOE el 20D (perdió 27.970 votos en las islas respecto a las generales de 2011) explica cuál considera que es la clave para recuperar votos: "Hay que explicar que nosotros somos la solución, algo que se demuestra en la madurez que hemos tenido para aportar soluciones en esta situación de mutación", afirma.

El que hasta hace unos días fue jefe de gabinete de Francina Armengol en el Govern que forman PSIB y MÉS con el apoyo externo de Podemos, pone a Baleares de ejemplo a seguir en el ámbito nacional porque en las islas "un pacto progresista demuestra que se puede gobernar de otra manera".

"Aquí funcionan unas políticas de progreso; hay que trasladarlas al resto de España", defiende.

Corregir desigualdades es su principal preocupación porque considera que "la desigualdad ha creado un modelo que acerca más a la gente a Panamá que a una suma para tener un contrato social que nos ayude a salir de esta juntos".

"Estamos en la situación en la que, ante la amenaza de que rompan el statu quo, se busca una vía de salida y refugio en Panamá para no participar de eso y es dramático", afirma.

Como candidato a diputado espera poder aportar su experiencia profesional en medios de comunicación y en la ONG Médicos sin Fronteras. "Me siento una persona que, habiendo estado fuera y habiendo estado dentro, puedo sumar en esa reforma de ese statu quo", se define a sí mismo.

Su caballo de batalla si llega al Congreso será poner fin al maltrato que sufre Baleares: "Somos una comunidad que aporta más de lo que toca y recibe un trato que a veces parece colonial".

"Quien crea que batallar en Madrid es una cuestión de corto plazo se equivoca: si quieres que las cuatro islas tengan peso hay que reivindicar ahora, mañana y todo el tiempo. Habrá que mejorar el sistema de financiación, tener un Régimen Económico Especial y batallar los Presupuestos Generales del Estado, en conectividad y en transporte aéreo y prospecciones, pero siempre", afirma.

La forma de defender a las islas es: "Te pones en modo reivindicativo todo el tiempo, gobierne quien gobierne y ante tu partido". Asegura que él ya lo ha hecho y se compromete de cara al futuro a reivindicar Baleares en el Congreso: "Tema que afecte, tema que estará allí".

También lo hará si hay un Gobierno socialista: "No porque sean de mi partido no vamos a hacer el mismo ruido".