Jaume Font, presidente de El Pi, compareció poco antes de las once de la noche ante sus simpatizantes en la sede del partido, en la plaza de la Porta Pintada, para expresar su satifacción por el resultado, pese a que no han alcanzado el escaño que pretendía.

En ese momento, cuando ya se había escrutado más del 90% de los votos, el partido regionalista tenía ya claro que no obtendría representación en el Congreso. Sin embargo, el candidato Font se quedó con los datos más positivos, los más de 12.200 votos que tenía su partido contabilizados hasta entonces.

"Somos un partido joven, con apenas dos años y nueve meses de vida", afirmó con un semblante de optimismo, para añadir su confianza en lograr que "arraiguen las raíces" de El Pi y mejorar los resultados en el futuro.

Jaume Font hizo una especial mención a lo que, a su juicio, había sido la gran oportunidad perdida en las islas: la falta de un acuerdo con Més para acudir juntos, con un proyecto de carácter nacionalista, para representar a Balears en Madrid. Según dijo, esto habría permitido que las islas tuvieran en el Congreso una representación directa, "como tiene Cataluña, el País Vasco o Canarias".

En su alocución, el presidente de El Pi mostró un semblante de optimismo, que contrastaba con las caras serias de sus más directos colaboradores, que le flanqueaban durante su intervención.

Los resultados de las elecciones de ayer repiten la situación de anteriores comicios y dejan en evidencia la dificultad de las islas, dado su peso demográfico, de lograr que los partidos nacionalistas obtengan el mínimo de sufragios requeridos para alcanzar la representación en el Congreso.