Podemos ha completado la fuerte irrupción que en mayo protagonizó en la vida política mallorquina, en las elecciones autonómicas. Se ha convertido en la segunda fuerza política de la isla disputándole la hegemonía a un quebrado Partido Popular y dejando en la cuneta al PSOE. Podemos está exhibiendo una fortaleza que ha desconcertado al Partido Socialista y a Més. Es la primera fuerza política de la izquierda y ahora está en una posición inabordable para imponer condiciones al Ejecutivo de Armengol. ¿Cómo utilizará el partido de Pablo Iglesias el enorme caudal de confianza que se le ha concedido? Tiene que obrar con tiento para no arrojarlo por la borda, pero sí puede dictar algunas normas de obligado cumplimiento. El domingo, aunque se haya votado en clave nacional, Podemos ha visto refrendada tanto su política de pactos como su estrategia de quedarse al margen del Govern. Ahora puede revisarla si lo ve oportuno.
