Los candidatos a presidir la Comisión Europea (CE) propuestos por los partidos políticos del club comunitario (los llamados "spìtzenkandidaten") coincidieron en la necesidad de encontrar una solución al fenómeno de la inmigración, en un debate electoral celebrado este miércoles en Bruselas.

El aspirante del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber, subrayó que la única opción es "sin duda, una solución europea", e instó a combinar el control de las fronteras comunitarias y la responsabilidad humanitaria.

Además, aseguró que si se convierte en presidente de la CE creará la figura de un nuevo comisario europeo encargado solo de asuntos relacionados con África.

El aspirante socialdemócrata, el holandés Frans Timmermans, afirmó que siempre que una persona muere en el Mediterráneo "Europa pierde un poco de su alma", y añadió que una vez que los inmigrantes han salido a la mar, se debe "cuidar" de ellos.

También se opuso a multar a los barcos que rescatan inmigrantes en el Mediterráneo "como está haciendo ahora el Gobierno italiano. Eso es inaceptable".

Para evitar la salida al mar de los inmigrantes, coincidió con Weber en la necesidad de establecer "un gran plan para África".

"También necesitamos la solidaridad en Europa. La solidaridad no es solo para cosas que te gustan, también es a veces para cosas que no te gustan y si los países de Europa Central y del Este siguen rechazando la solidaridad, tarde o temprano las fronteras volverán a Europa", comentó, en referencia a países como Polonia, Hungría o la República Checa, reacios a acoger inmigrantes y refugiados en su territorio.

Desde el partido liberal (ALDE), la danesa Margrethe Vestager defendió tratar "una solución estable de largo plazo con la misma urgencia que se salvan las vidas en el mar", y recalcó que la inmigración está "para quedarse".

Como candidato de los conservadores y reformistas, el checo Jan Zahradil dijo que "nunca repetiría el mismo error de la actual Comisión Europea", en referencia a las cuotas para que los países acojan refugiados, y consideró que ese sistema "solo profundiza la fractura entre el Este y Oeste" de la UE.

"Debemos respetar el derecho soberano de los Gobiernos y los parlamentos en los Estados miembros de conceder o no conceder asilo", declaró, y llamó a combatir el contrabando de inmigrantes y trasladar a países no pertenecientes a la Unión los centros de recepción de inmigrantes.

Por los Verdes, Ska Keller defendió la solidaridad europea y el apoyo a las comunidades que ayudan a los inmigrantes, y también consideró "inaceptables" las muertes de personas en el Mediterráneo.

Como candidato de la Izquierda Europea, el belga nacido en Asturias Nico Cué recordó que él mismo llegó a Bélgica como hijo de un inmigrante ilegal que escapaba de la España franquista y consideró "un enorme drama humano" la inmigración.