Después de dieciséis años como alcalde de Costitx asume el reto de liderar la candidatura de El Pi en el Consell de Mallorca. Cree que su partido será «decisivo» en las elecciones del 28 de mayo. Aunque no despeja las dudas sobre si pactaría con Vox, envía un mensaje claro: «No nos dejaremos pisar, como pueblo, ni en lengua ni en cultura».
¿Cuál sería la primera decisión que tomaría si gana las elecciones?
Quitar el primer tramo del segundo cinturón porque todo el mundo nos lo ha pedido, eliminar el carril bus VAO para agilizar el tráfico y pedir un Pacto de Estado para la vivienda. Debe haber una coordinación entre todas las instituciones, incluida la Unión Europea, para ayudar a la España saturada. Barcelona o Madrid, que también tienen zonas saturadas, tienen una ventaja: no tienen un territorio finito como el nuestro. No podemos esperar.
Alcalde y presidente de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (Felib). ¿Eso le hace mejor candidato?
He tenido esta gran suerte en la que he aprendido sobre todo a tener empatía. Tienes que hacer una política de proximidad, kilómetro cero. He tenido que hablar con muchas instituciones y he conocido a mucha gente. Pongo en valor el diálogo, llegar a acuerdos. En muchas ocasiones los alcaldes hemos dejado de hacer política para enfocarnos en el bien de nuestra sociedad. Esto ha dado grandes resultados, sobre todo durante la pandemia. Ahora tengo una gran experiencia no solo de gestión, sino también de pactar, que hoy en día será más que necesario porque el próximo Consell estará formado por tres o más partidos.
La vivienda es el gran tema de estas elecciones. ¿Qué propone su partido?
Se tiene que dar más seguridad jurídica. Se estima que hay 70.000 viviendas vacías por esa falta de seguridad. Muchos alcaldes hemos visto que el aumento demográfico nos llevaría a una situación de saturación, como prevén los indicadores del Instituto Nacional de Estadística (INE) o los informes de los ministerios, pero el Estado no. Ha habido falta de previsión. Tenemos que ser más valientes para llevar a cabo rehabilitaciones urbanas serias de barrios enteros en los grandes municipios. Permitir crecer en altura y en densidad de edificación. No somos partidarios de topar los precios, pero sí consideramos que si la Administración ofrece beneficios a las empresas privadas, estas tengan que hacer oferta social. Ha faltado agilidad administrativa y un plan estratégico.
¿El alquiler turístico es un problema para el acceso a una vivienda?
No. Hay cinco veces más viviendas cerradas por falta de seguridad jurídica que dedicados a alquiler turístico. Además, la mayoría de estos inmuebles destinados al vacacional no son los típicos que compras cuando eres joven, te quieres emancipar y empiezas a formar una familia. En el norte de Europa hay unos 80 millones de familias dispuestas a comprar una segunda vivienda en el sur, sobre todo en el Mediterráneo. Desde Grecia hasta Portugal. Esto supone una gran demanda para una oferta muy pequeña. Esta demanda elevada provoca que los precios suban.
¿Hay que poner un tope al número de plazas turísticas y decrecer?
Somos partidarios de no crecer en plazas turísticas, derogar la moratoria y que las dos bolsas de plazas sean separadas en hoteleras y vacacional. También defendemos el intercambio de plazas. Suele pasar que la gente se cansa del alquiler vacacional después de 10 años y, si han pagado la plaza, deben poder intercambiarla y no perder el dinero invertido. Incluso consideramos que tenemos que decrecer un poco. Concretamente el 15% de las plazas obsoletas o de baja calidad. Aquí no nos referimos a las pensiones u hoteles de una, dos o tres estrellas, sino establecimientos deteriorados o que atraen a un tipo de turista que deteriora la imagen turística de las islas, como el de excesos.
¿Hay que seguir con la promoción turística?
Las marcas líderes mundiales continúan haciendo promoción turística, aunque tenemos que saber qué queremos promocionar: turismo de deportes, familiar o para gente mayor, por ejemplo. Cuando dices Mallorca lo promocionas todo, pero puedes centrarte en un tipo de oferta y en un tipo de turista. Dejar de hacer promoción turística es un suicidio económico porque nuestros competidores directos lo aprovecharán.
¿Limitar la entrada de vehículos?
Sí. Hay que hacer un estudio serio de capacidad de carga con criterios técnicos y objetivos, no a partir del capricho de los partidos. El territorio y las infraestructuras son finitas, no podemos crecer de forma desmedida. Hay que fomentar el transporte público.
¿El Consell debe asumir las competencias de autobús y tren?
Somos fieles defensores de que las instituciones asuman el máximo número de competencias posibles porque desde la proximidad se gobierna mejor.
¿Podrían pactar programa y no entrar en el Consell o el Govern?
Estamos abiertos a todo. No tenemos socios preferentes, solo un programa preferente.
Ponen en la misma posición a Vox y a Podemos. ¿Consideran que son lo mismo?
No nos dejaremos pisar, como pueblo, ni en lengua ni en cultura ni en identidad. Ya nos han pisado demasiado. No renunciaremos a nuestra manera de ser. Pero tampoco queremos un gobierno centrado en el prohibicionismo.