Los estrategas de los partidos de izquierdas se están empleando a fondo para conseguir ventaja en la negociación y el reparto de las áreas del Govern. En Més temen que tras la estrategia socialista se esconda el interés de Francina Armengol de intentar gobernar en solitario y únicamente con apoyos externos de los otros partidos de la izquierda y también de El Pi.

Los nacionalistas amagaron en dejar la negociación para presionar a sus socios en el caso de que no se confeccionara un reparto de cargos ecuánime. No obstante, los socialistas ni se inmutaron y juegan la carta de dilatar las negociaciones de programa sin entrar en el organigrama.

Ni Armengol ni ninguno de los suyos tuvo necesidad de salir a la palestra para recriminar a los de Més su desplante. Les hizo el trabajo su otro socio, Podemos con Juan Pedro Yllanes a la cabeza: "Mientras unos estamos hablando de programa, otros solo piensan en sillas". Era un dardo envenenado para los nacionalistas y el PSIB sin tomar partido. El malestar en Més por estas palabras es mayúsculo y observan que detrás están las estrategias del PSIB-PSOE. Més pedía que si las presidencias (Govern y Consell) y la Alcaldía de Palma eran para el PSIB-PSOE, lo lógico es que la presidencia del Parlament y el senador autonómico la presidencia del Parlament y el senador autonómico que corresponde a la izquierda se reparta entre los socios minoritarios de Podemos y ellos mismos.

No obstante, los socialistas siguen con su ritmo pausado de negociación secundados por los podemitas y todavía no han entrado en distribuir las áreas. Ello ha puesto a los nacionalistas de Més en alerta y con la mosca detrás de la oreja.

Destacados miembros de la coalición ecosoberanistas aseguraban ayer que "a estas horas dudamos de que haya pacto, creemos que los socialistas intentan gobernar en solitario y con apoyos externos". Las mismas fuentes apuntaron que las negociaciones no están rotas, pero "solo se habla de programa".

Formentera y Menorca

Por otra parte, la ruptura de negociaciones entre el PSOE y Gent per Formentera para el Consell de aquella isla, así como le negativa de los socialistas de Menorca a no ceder parte de la presidencia del Consell menorquín a Més per Menorca puede afectar a las negociaciones, según los nacionalistas. Es cierto que Gent per Formentera tiene el compromiso de apoyar la investidura de Armengol, pero Més ha intentado aglutinarlos junto a sus hermanos mallorquines para hacer presión en la negociación y que el PSIB ceda.