La negociación del nuevo pacto empezará esta semana. Pese a que se sentarán juntos los mismos protagonistas que hace cuatro años, PSIB, Podemos y Més, la nueva correlación de fuerzas lo cambiará casi todo. Los tres partidos volverán a negociar en los próximos días con los recelos y las suspicacias de siempre, pero con la certeza de que acabarán firmando unos nuevos acuerdos para los próximos cuatro años en Balears. Con el pacto garantizado, con un acuerdo programático que se basará en la continuidad de las políticas y sin discusión a que la presidencia de las principales instituciones serán para el PSOE, las negociaciones se centrarán en el reparto de conselleries clave. Vivienda, Movilidad o Salud son las áreas hoy más codiciadas y que prometen generar las primeras tensiones en el seno del nuevo Pacto.

El escenario de la negociación cambia por completo. Hace cuatro años Més y Podemos sumaban más escaños y más votos que el PSOE. El entendimiento de ambos y el rechazo de los podemitas hacia los socialistas daba fuerza a los ecosoberanistas, que llegaron a soñar con la presidencia del Govern. Hoy, la historia es diferente: el PSOE es la primera fuerza de Balears y triplica los resultados por separado tanto de Més como de Podemos. Los socialistas son conscientes de una posición de la que, de inicio, no quieren abusar, mientras que sus socios son también conscientes de sus malos resultados y de sus limitaciones. Si los cuadros de Armengol no planean tener que usar su fuerza es por la confianza de que Més y Podemos llegarán dóciles a la negociación, pero si estos últimos no planean sacar colmillo es por la esperanza de no topar con un PSOE venido arriba.

Presidencias

Armengol, Cladera e Hila liderarán las tres instituciones

De momento, lo que está claro es que habrá acuerdo de investidura y que la presidencia volverá a ser para Francina Armengol. Ninguno de los partidos lo discute. Tampoco habrá batalla, como sí la hubo hace cuatro años, por la presidencia del Consell o por la alcaldía de Palma. Més asume que, con sus resultados, no puede aspirar a ello y sin la presión de los ecosoberanistas, tampoco lo pedirá Podemos. Además, ambos centrarán sus energías en negociar la gestión de conselleries clave. De este modo, además de la presidencia de Armengol, es también un hecho la de Catalina Cladera y la alcaldía para José Hila.

Políticas

Dar continuidad a las políticas de los últimos cuatro años

Lo primero que se empezará a negociar y que deberá firmarse son los acuerdos programáticos. A diferencia de hace cuatro años la negociación de esta parte será más rápida. La coincidencia de los programas, sobre los que ya se trabaja, y la inequívoca voluntad de dar continuidad a las políticas facilitarán el acuerdo entre socios.

Socios

Més y Podemos entrarán en el nuevo Govern

Otra diferencia con 2015, cuando Podemos quiso quedarse a las puertas del Govern, es que de esta negociación saldrá un Govern a tres. Podemos lleva desde el ecuador de la pasada legislatura con la voluntad de entrar en el Ejecutivo autonómico y, esta semana, su secretaria general, Mae de la Concha, insistía en que "lo lógico" es que su candidato al Govern, Juan Pedro Yllanes, ocupe alguna de las conselleries. En Més han abierto el debate de quedar fuera si no se dan las condiciones, pero su voluntad sigue siendo seguir en el Govern.

Estructura

El nuevo Govern tendrá más conselleries que en la actualidad

Para encontrar acomodo a las tres formaciones, deberá haber una reestructuración del Govern. Armengol ya ha anunciado esta semana que habrá más conselleries. La presidenta habló de "una estructura adecuada" y de "revisar las macroconsellerias". Cabe recordar que hoy, aunque las 10 actuales consellerias son más que durante el último Govern de José Ramón Bauzá, cuando hubo un máximo de nueve, todavía son menos que las que conformaban el último Ejecutivo de Francesc Antich, compuesto por catorce. La vicepresidencia de Innovación, Investigación y Turismo o la de Territorio, Movilidad y Cambio Climático se perfilan como las más susceptibles de sufrir cambios importantes. De hecho, Armengol también detalló ya que habrá una conselleria específica de Vivienda, competencia que tiene hoy la actual conselleria de Territorio de Marc Pons, por la importancia de priorizar estas políticas.

Reparto

Vivienda, Movilidad o Salud, las áreas codiciadas del Govern

Y será esta conselleria de Vivienda la que promete más pugna entre PSIB, Més y Podemos en la negociación. Con el acceso a la vivienda y las promesas de miles de pisos de alquiler social como solución al problema como protagonistas de la campaña, este área se convierte en la pieza más codiciada del Govern y objeto de deseo tanto para socialistas, ecosoberanistas o podemitas. Mientras el PSIB querrá conservarla para recoger el fruto del trabajo iniciado por el conseller Pons en la planificación de nueva vivienda social, Podemos también la reclamará tras haber sido la vivienda su principal caballo de batalla en la última legislatura. También encontrará alguna razón para pedirla Més. La inauguración de las promociones de vivienda pública o la entrega de llaves a sus primeros moradores seduce hoy a los tres, con ganas de visualizar los éxitos del nuevo pacto.

Lo mismo ocurre con la Movilidad, convertido en uno de los grandes debates de la campaña y con numerosos proyectos en marcha como el metro al Parc Bit o a Son Espases. En el caso de Salud, si bien no parece fácil que el PSOE vaya a soltar a la conselleria con mayor presupuesto, el perfil de la número dos de Podemos, Antonia Martín, la coloca como una de las áreas por las que pugnarán los podemitas para su entrada en el Govern. Con la renuncia a las presidencias, tanto Més como Podemos pelearán por poder gestionar áreas clave que les permita visualizar su presencia durante los próximos cuatro años en el Govern. Algunas tendán pocos cambios.

Turismo

La conselleria de Turismo se acerca al PSOE

La Conselleria que cambiará de manos es Turismo, que apunta al PSOE. Mientras algunas voces en las filas socialistas ya la ubican en manos del conseller Iago Negueruela, en una conselleria a imagen y semejanza de la que al final del segundo pacto estuvo al frente Joana Barceló, parece que tras el desgaste de la última legislatura no la pedirá Més, quien la ha ostentado durante los últimos cuatro años, ni tampoco que la quiera Podemos.

Parlament

La presidencia del Parlament, la gran pieza olvidada

La gran pieza olvidada, habitual como moneda de cambio en otras negociaciones, es la presidencia del Parlament. Ninguno de los partidos presta atención a una presidencia que, por ahora, queda fuera del paquete de presidencia del Govern, del Consell y alcaldía de Palma, que irán para el PSOE. Sin embargo, tampoco se vislumbra especial interés por parte de Més y de Podemos, para quien, en el caso de estos últimos, durante la última legislatura ha sido más motivo de dolores de cabezas que de ningún rédito electoral ni visibilidad. El actual vicepresidente, el socialista Vicenç Thomàs, es hoy el mejor colocado en las quinielas.