El candidato de Més al Govern, Miquel Ensenyat, sufre mayor castigo en las urnas que sus compañeros de partido y candidatos a Consell y Cort, Bel Busquets y Antoni Noguera. En comparación con éstos, el todavía presidente del Consell se deja 3.000 votos en su salto al Parlament, donde se queda por debajo de los 40.000 votos en unas elecciones en las que los ecosoberanistas no sólo pierden escaños en el Parlament, sino que también se resiente su poder territorial, con pocas excepciones.

Ensenyat cosechó el domingo 39.327 votos en Mallorca. En la isla, en las elecciones al Consell, Busquets obtuvo 42.384, más de 3.000 votos menos para el candidato ecosoberanista que hace apenas un año se imponía en las primarias de la formación frente a Fina Santiago arrasándola gracias al poder de la estructura del PSM. El castigo también es visible en Palma, donde Antoni Noguera, con 15.287, le saca 2.682 votos de ventaja al candidato al Parlament.

Preguntado ayer al respecto, Ensenyat le quitó importancia apuntando que “siempre hay un diferencial” y que “ya pasó la pasada legislatura”. Algo que, si bien es cierto que ocurrió en 2015, fue con una diferencia más estrecha. El entonces candidato Biel Barceló sacó 1.946 votos menos en Palma de los que obtuvo Noguera.

Más allá de esa diferencia, Ensenyat concedió ayer, en la valoración de los resultados, que la formación deberá hacer “autocrítica”. No obstante, al citar los factores del retroceso de su formación se limitó a responsabilizar a “unas elecciones generales hace solo un mes con un efecto Sánchez” y que “en la mayoría de medios que consumen los ciudadanos, principalmente televisiones nacionales, nosotros no estamos”.

“Tenemos elementos para reflexionar en relación a lo que nos ha pasado a nosotros”, sostuvo por su parte la número dos de Ensenyat, Fina Santiago, al respecto.

Pese a que el partido hizo una primera valoración ayer por la mañana, tal y como explicó Bel Busquets, todavía faltaba un análisis más en profundidad de los resultados. Parte de este análisis se hizo en la reunión de la cúpula de la formación por la tarde.

Más allá del retroceso en el caso del Parlament, del Consell o de Palma, las urnas del pasado domingo dejan una estructura territorial de Més que se resiente con la pérdida de 22 concejales en Mallorca. Si en 2015, en unas elecciones que se hicieron por sopresa con alcaldías como Marratxí o Sóller, el partido ecosoberanista obutvo 108 concejales y más de 52.000 votos, en los comicios del domingo, las candidaturas de Més sumaron 86 concejales y 36.212 votos. Casi 15.000 menos.

15.000 votos menos

Mientras se mantienen algunos de sus feudos con tranquilidad como Esporles, Santa Maria, Campanet o Montuïri, conquistado en 2015, los ecosoberanistas no recuperan Petra. En Marratxí o Sóller, donde gobernaban hasta ahora, pasan a la segunda posición. En el primer caso podrán seguir gobernando si bien la alcaldía será para el PSOE y en el segundo, quedarán en la oposición.

Más allá de los feudos históricos, Més obtiene triunfos en Manacor, donde Miquel Oliver podrá liderar el pacto de izquierdas que ensayó durante seis meses en 2015 pero que, sin mayoría, no pudo mantener tras la moción de censura de PP y El Pi, o en Deià. El municipio de la Serra pasa por primera vez a manos de la izquierda, donde la marca de los ecosoberanistas, Agrupació Deià de Lluis Apesteguia, venció con un contundente resultado 5 a 2.

La pérdida de casi 9.000 votos en Palma y el paso de un 15 a un 10% se traduce en dos concejales menos y la imposibilidad de repetir la alcaldía para Noguera. En total Més vuelve a tener tres mayorías absolutas, las mismas que en 2015 y es la primera fuerza en otros tres municipios, cuando hace cuatro años lo era en cuatro.