Ciudadanos buscaba en estas autonómicas y municipales ratificar el fulgurante ascenso que registró en las últimas elecciones generales pero, pese a que ha conseguido una cosecha mayor en diputados y que ha logrado representación en todas las islas, -con un papel decisivo por cierto en Eivissa- se ha quedado muy lejos de lo que puede ser un resultado triunfal y lo que es más importante decisivo.

El champán de Rivera ha perdido mucho de su gas en las urnas autonómicas y el sorpasso a los populares que se produjo en Palma no se ha mantenido, donde hasta Vox obtiene mejores cifras que ellos, bien sea porque no tenía un candidato tan bueno como Mesquida o porque los otros dos partidos de derecha los tenían mejores. Han dejado con vida a Company y compañía y han perdido su oportunidad. El partido naranja aumenta su implantación en la Part Forana, pero el impulso es del todo insuficiente para obtener un número de diputados que haga creer que son alternativa.