El ciclo electoral acaba hoy con la celebración de los comicios autonómicos, insulares y municipales, además de las autonómicosinsulares municipaleseuropeas, para los que en el caso de Balears están llamados a las urnas 801.594 ciudadanos para decidir cual será el color del próximo Govern. Con dos bloques claramente diferenciados entre derecha e izquierda, ninguno de los partidos con posibilidades de lograr un escaño en el Parlament aspira desde el punto de vista realista a lograr una mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. El objetivo de todos es lograr ser o bien la fuerza más votada de sus respectivos bloques o tener un peso relevante en los futuros ejecutivos sobre los que nadie pone en duda que se formarán a través de pactos.

En el caso de la izquierda, PSIB, Podemos y Més dan por hecho que reeditarán el Pacto con el que han gobernado en esta legislatura, en esta ocasión con la entrada de Podemos en el Govern. Las encuestas indican que, al menos en el caso del Ejecutivo balear, volverían a sumar la mayoría, aunque con cambios en los escaños que tendría cada uno. Así, el PSIB, subido en la tendencia al alza de su partido, superaría los quince diputados que logró en 2015, mientras que Més per Menorca podría mantener los tres que obtuvo hace cuatro años y Més per Mallorca los seis, aunque en este caso con el riesgo de perder uno.

Las previsiones de los partidos de la izquierda, en todo caso, dan por hecho que el resultado les permitiría sumar y repetir el acuerdo de Govern. Si se cumplen, por primera vez en la historia democrática de Balears la izquierda gobernaría la Comunidad Autónoma dos legislaturas seguidas. Los socialistas, además, aspiran a convertirse por primera vez en los más votados en Balears, superando al PP, tras el triunfo electoral en las islas del PSOE en las generales del pasado 28 de abril.

En el lado opuesto se encuentra el PP, al que no solo es el PSIB el que puede superarlo. Ciudadanos no oculta su deseo de dar el 'sorpasso' a los populares de las islas y convertirse en el partido más fuerte de la derecha. El hundimiento del PP balear en 2015, cuando pasó de tener la mayoría absoluta con 35 escaños a quedarse con 20, la representación más baja del partido en su historia, puede ser todavía más profundo, según indican las encuestas y los propios resultados de las pasadas generales.

El 28 de abril Podemos y Cs superaron a los populares de las islas, mientras que Vox obtenía un diputado. Ahora, el partido de la ultraderecha tiene serias posibilidades de entrar en el Parlament, salvo que el PP logre atraer el voto útil de la derecha para intentar frenar al Pacto progresista.

Los cálculos no son tan claros para el Consell de Mallorca, en donde los partidos del Pacto no descartan verse obligados a un acuerdo con El Pi, que podría tener la llave de la gobernabilidad en la institución insular. La formación que lidera Jaume Font confía en superar los tres escaños que logró hace cuatro años y da por hecho que, en el peor de los escenarios, conservaría su actual peso.

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