El debate en el Club Diario de Mallorcade entre los candidatos al Govern de los principales partidos en Balears sirvió ayer, en la recta final de la campaña, para mostrar una unidad entre los partidos de izquierda con la mirada puesta en la reedición del Pacto de Progreso, frente a una derecha ambigua respecto a los acuerdos que podrían alcanzar si las urnas les permiten sumar la mayoría. El líder de El Pi, Jaume Font, evitó mostrar preferencias, aunque Jorge CamposJorge Campos, de Vox, se encargó de descartarlo como posible socio de legislatura tras el 26M.

Tras una intensa campaña, los candidatos aprovecharon para desgranar sus principales propuestas. La candidata del PSIB a la reelección como presidenta , Francina Armengol; el popular Biel Company; el candidato de Unidas Podemos, Juan Pedro Yllanes; el de Més, Miquel Ensenyat; el de Ciudadanos, Marc Pérez-Ribas, Font y Campos, expusieron sus posturas sobre financiación, educación, movilidad, vivienda, medio ambiente, turismo, lengua y sanidad, entre otras.

Moderados por Marisa Goñi, subdirectora de Diario de Mallorca, el bloque final se centró en fijar posiciones sobre posibles pactos tras el 26M. La cuestión se planteó precedida de hora y media de debate sobre las distintas materias en las que los partidos de la izquierda mostraron una unidad global de criterios, defendiendo la gestión en esta legislatura y apostando por su continuidad y por la profundización de las medidas más relevantes en los distintos ámbitos. Frente a ellos, los candidatos de la derecha se esforzaron por no aclarar los escenarios de acuerdos que contemplan, salvo Vox.

El líder de la formación de la ultraderecha afirmó que su partido se presenta a las elecciones "para frenar el proceso separatista independentista" y sostuvo que Vox "siempre estará abierto a acuerdos con partidos constitucionalistas, porque no hay partido más constitucionalista que Vox". De inmediato pasó a lanzar acusaciones a la izquierda de colaborar con "golpistas" catalanes, en el caso del PSIB y Més, de "nacionalismo catalán" a El Pi y Més y de "comunistas que negocian presupuestos en las cárceles" a Podemos. Así, quedan PP y Cs. Respecto a este último dijo que "tendrán que decidir ellos lo que quieren", mientras que advirtió al líder popular que calificar a Vox de extremistas "no ayuda" para futuros pactos.

"Nosotros gobernaremos desde el sentido común y la centralidad, para todos, no desde extremismos", replicó Company sin descartar, en todo caso, acuerdos con el partido de Campos de manera tajante. Pérez-Ribas también eludió contestar a la pregunta de si pactaría con PP y Vox y afirmó que Cs "sale a ganar, por lo que son los demás partidos los que deben decir si nos apoyan o no ya que primará nuestro programa".

En el bloque de la izquierda, Armengol resaltó que los acuerdos se realizarán "en base al programa electoral" y advirtió de que el 26M Balears "se juega" mucho. "No me gustaría que aquí pasara como en Andalucía", dijo la líder socialista en referencia a un posible acuerdo entre PP, Cs y Vox. Yllanes apostó por un Govern que "trabaje" para impulsar "una política de progreso" del que forme parte Unidas Podemos, que en esta legislatura ha dado apoyo parlamentario al Ejecutivo integrado por PSIB y Més. Miquel Ensenyat defendió la "capacidad de entenderse" y el diálogo. "No creo en las líneas rojas, la sociedad es plural y esto ha de reflejarse en las instituciones", dijo el candidato de Més.

Font, por su parte, afirmó que El Pi tampoco tiene "líneas rojas", sino "propuestas" que supondrán sus condiciones para pactar, entre ellas exigir al Gobierno central un "calendario" para una nueva financiación autonómica que incluya una revisión de los fondos para las competencias de sanidad y educación, además del rechazo a un incremento de impuestos.

Durante el debate de las distintas cuestiones, además de plantear sus propuestas, Armengol defendió la gestión de su Govern, que Company se esforzó en rebatir aunque la confrontación no alcanzó un punto intenso hasta ponerse sobre la mesa la política lingüística. Esta cuestión tensionó al máximo el debate no por la postura del líder del PP sino por la de Campos, quien lanzó acusaciones a la izquierda, e incluso a El Pi, de apoyar el "adoctrinamiento" catalanista en las aulas.

Jaleado por seguidores que interrumpían constantemente las intervenciones de los candidatos de la izquierda, el líder de Vox atacó incluso al PP por la Ley de Normalización Lingüística. "Quieren sustituir la lengua de aquí por el catalán con la intencionalidad de llevar hacia el independentismo catalanista", dijo Campos quien, entre otras cuestiones, sostuvo que hay médicos y enfermeras que han dejado Balears por el catalán.

Enfrente, la izquierda y El Pi defendieron la protección del catalán. "Balears tiene cosas magníficas y una son las dos lenguas, que son un gran patrimonio. La crispación creciente con este tema es un mal que fomenta la derecha", dijo Armengol, quien acusó a Campos de "mentir" ya que "no hay ni un médico ni enfermera que haya dejado su plaza por no saber catalán".

Font resaltó que el catalán es "una lengua cooficial y nosotros no queremos otra cosa que cumplir la ley, es evidente que se debe ayudar a la lengua más débil". Añadió que en lo que se refiere a la lengua en Balears "ha habido una paz de mil demonios hasta que llegó Bauzá", el expresident popular ahora en las filas de Cs para las europeas. Yllanes defendió que "la enseñanza en catalán fomenta la igualdad de oportunidades".

Company, por su parte, eludió polemizar y afirmó que el PP defiende una "postura equilibrada". Al igual que Font, recordó que la Constitución reconoce el catalán. "Hay que conocer las dos lenguas oficiales, defender, amar y respetar a las dos", concluyó tras rechazar la "confrontación".