Los dirigentes del PI conservaban ayer la satisfacción por sus resultados electorales, conscientes del éxito que supone haber entrado en el Parlament con tres escaños, a poco de conseguir el cuarto, y de la gran representación municipal que les permitirá gobernar con mayoría absoluta Ariany, Porreres, Banyalbufar y Costitx además de ser fundamentales para la formación de otros gobiernos municipales. Donde no serán claves será para la formación del futuro Govern, si bien el líder del partido, Jaume Font, confió en que las fuerzas de izquierda que formen el Ejecutivo de progreso tengan en cuenta las propuestas que el PI firmó ante notario como condición para apoyar la investidura de un candidato a la presidencia del Govern.

"Eso de que no somos necesarios para gobernar no lo veo tan claro porque el sistema clásico de entender la política se ha roto, esa forma de gobernar siguiendo la concepción de bloques debe cambiar y centrarse en los acuerdos sobre políticas para la legislatura", declaró ayer Font. El líder del PI no quiso pronunciarse de antemano sobre si el partido apoyará al candidato a la presidencia del Govern que propongan las fuerzas del pacto. De hecho, mantuvo su postura de no descartar ningún pacto, aunque consciente que la distribución de escaños en el Parlament hacen imposible que el PP mantenga el Govern.

Font insistió en que el PI es una fuerza que apuesta por el "diálogo" con el documento firmado ante notario como base para cualquier acuerdo. Ese documento incluye cuestiones como la derogación del TIL y la recuperación del decreto de mínimos, sumarse al pacto educativo, derogar la ley de símbolos o que el catalán vuelva a ser un requisito para el acceso a la función pública balear, cuestión que modificó el Govern de José Ramón Bauzá convirtiéndolo en un mérito. A ello se suman medidas como la moratoria de grandes superficies y, de manera especial, el compromiso de que se harán todos los esfuerzos para lograr una postura unitaria del Parlament en defensa ante el Gobierno central de una mejor financiación para Balears.

El líder del PI se ciñe a este documento ante cualquier pregunta sobre las consecuencias de su triunfo electoral, asentado de manera especial en la Part Forana. Font matiza estas cuestión asegurando que "los más de 5.000 votos obtenidos en Palma, aunque no han sido suficientes para entrar en el Ayuntamiento, han sido determinantes para que el PI lograra su tercer escaño en el Parlament, lo que permitirá disponer de un grupo parlamentario propio" en lugar de integrarse en el mixto

No obstante, admite que su partido ha ocupado un "espacio importante" en la Part Forana, con más de 25.000 votos conseguidos, según Font, "con trabajo y esfuerzo". Los resultados del PI han dañado al PP de Bauzá, aunque los dirigentes del partido intenten eludir esta lectura. "Eso no me interesa", afirma Font convencido de que su opción política se consolidará y que su triunfo no es el resultado de un voto de castigo al PP sino el de quienes han optado por "el centro moderado y dialogante que ahora en Mallorca solo representa el PI".

La construcción de esa imagen de centro no evita que el PI haya aglutinado el rechazo que ha causado el PP de Bauzá entre muchos de sus votantes en la Part Forana, próximos al sector regionalista del partido a los que no les ha resultado difícil llegar. El propio Font procede de las filas del PP, de cuya dirección formó parte y que abandonó en febrero de 2011, con Bauzá al frente de los populares, en desacuerdo con el "rumbo" que tomaba el partido. Con Bauzá ya como president del Govern, le seguía en el abandono del PP Antoni Pastor, quien también había sido uno de sus principales dirigentes, tras desmarcarse de la política lingüística de Bauzá. Pastor, vicepresidente del PI, encabezaba la lista del partido al Consell en donde han logrado tres representantes.