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Otras voces

Llegó el momento de la responsabilidad

Se acerca el momento donde la sociedad de forma individual debe ejercitar su deber y su derecho a votar sobre las opciones políticas que concurren a las elecciones del 24 de mayo. Si se hace de forma responsable, cada uno debería ejercer su voto intentando favorecer a aquellas fuerzas que puedan aportar, en el desarrollo de su gestión política, el mayor nivel de riqueza y bienestar a la sociedad a la que sirven.

Hemos pasado unos años de enormes dificultades que, en el caso de Baleares, fruto del esfuerzo colectivo de empresarios y sociedad, y de una acertada acción legislativa, se han sorteado con excelentes resultados para el conjunto de la economía, confirmando al turismo como único motor de desarrollo posible. Motor que debe estar a pleno rendimiento para consolidar y mejorar aún más esos resultados en los años venideros.

Desde la FEHM, como parte del engranaje de ese motor, hemos venido planteando en los últimos tiempos cuáles son las claves del éxito en la acción política presente y futura. La primera clave sería la estabilidad política, económica y social. La economía se basa en la confianza y ésta solo se genera con estabilidad política. La tendencia multicolor que se dibuja en el panorama español, balear y europeo debe ser gestionada con inteligencia. Construyendo "mayorías en base a mayorías" y no a sumatorios que tiendan a infinito y por tanto limiten la gobernabilidad más eficiente. Nosotros apostamos por un presidente/a de gobierno que represente al partido más votado. La madurez democrática se demuestra desde la capacidad para gestionar lo que es de todos y por tanto primando los intereses generales sobre los intereses de partidos concretos o personales. El presente y el futuro de nuestra sociedad debe tener como protagonistas a los ciudadanos y a las empresas que la conforman no a otros actores ajenos al día día de la misma.

En segundo lugar avanzar en la cooperación público privada con corresponsabilidad en la toma de decisiones y un fluido trasvase de conocimiento de la empresa a la administración. El alineamiento en las decisiones públicas y privadas es fundamental para que los planes de acción, y las normas a desarrollar, no mermen la competitividad y por tanto no condicionen la generación de riqueza y bienestar.

La incorporación y mejora del talento sería otra de las grandes líneas de trabajo que pueden marcar un antes y un después en el avance de un país. La enseñanza de idiomas en las escuelas, el mérito y la exigencia, junto con la adaptación de los programas educativos a las necesidades competenciales de las empresas son un factor decisivo en una economía de servicios como es la de Baleares.

El marco fiscal es el cuarto eje. Vivimos un momento económico de éxito donde fruto de la inversión empresarial se esta ganando competitividad y por tanto donde la presión fiscal puede y debe ser disminuida. Las empresas han llegado a su capacidad máxima de asimilación de costes fijos. Los futuros incrementos de gastos deben derivarse de la generación de empleo y de amortizar las cuantiosas inversiones que se están realizando y no a una mayor fiscalidad destinada a cubrir el mayor gasto de las administraciones. Se ha conseguido la reforma del REB que mejora y aporta valor, minimizando la insularidad que lastraba nuestra competitividad e impulsando si cabe aún más la inversión.

Ahora los retos son otros. La transformación y adaptación a los nuevos tiempos que han tenido que hacer las empresas debe también realizarse desde la administración pública eliminando procesos, normas y regulaciones innecesarias ligados a departamentos sobredimensionados fruto de una época donde no se priorizaba el interés general sino el partidista y la partitocracia. En Baleares durante la última legislatura se ha hecho un gran esfuerzo en equilibrar ingresos y gastos en el sector público, ahora tenemos la oportunidad de consolidar el trabajo realizado y no recular a los malos hábitos de legislaturas anteriores.

Por último, debemos contar con un compromiso social en la preservación y conservación del medio ambiente, que obligue a administración y empresas a velar por la sostenibilidad del modelo basado en el paisaje, el patrimonio, los recursos naturales y un consumo cero de territorio.

Dicho esto, para finalizar, decir que desde el sector empresarial no podemos ocultar nuestra preocupación por la inexperiencia, falta de conocimiento o contumacia en el error de algunas de las opciones que pretenden alcanzar el gobierno de la comunidad. Gobernar es decidir e incidir sobre el futuro de cientos, de miles de personas, y se necesita algo más que el mero entusiasmo o idealismo, en el que todos estamos de acuerdo pero que no nos lleva a ningún resultado práctico y tangible. Los países, las regiones y las empresas progresan y prosperan si al frente de ellos están los mejores. En nuestras manos está decidir quién va a ser el que gobierne. Esperemos, por el bien de todos, que seamos capaces de identificar al mejor .

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