Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Valoración

Los encuestados suspenden con claridad a todas las instituciones

Califican con un muy deficiente a gobiernos, partidos, sindicatos, patronal, Iglesia y banca

La desconfianza en las instituciones. Infrografía DDM

Los ciudadanos de Balears suspenden con claridad a todas las instituciones, tanto estatales como autonómicas, con especial contundencia en el caso de los representantes políticos, sociales (sindicatos y patronal) y, sobre todo, entidades bancarias, pasando por la Iglesia que obtiene una de las peores notas. Así se desprende de la encuesta elaborada por Gadeso con 900 entrevistas realizadas entre marzo y abril. En ella se refleja un panorama desolador en cuanto al nivel de confianza en las instituciones.

Las más valoradas son las Fuerzas de Seguridad y la Justicia, aunque sin llegar al aprobado (se quedan con un 4,5 y un 4,1 sobre 10 respectivamente). En el caso de la Justicia, los ciudadanos aplauden su lucha contra la corrupción pero, según el análisis de Gadeso, critican su lentitud y "cierta parcialidad derivada de la politización de las otras instancias judiciales". Les sigue la Corona, que como recuerda Gadeso ha sido tradicionalmente respetada pero cuya imagen ha experimentado un fuerte deterioro en los últimos años, si bien se ha producido un ligero repunte desde la coronación de Felipe IV.

La nota para la Monarquía es de un 3,9. El resto de las instituciones caen en picado. Los gobiernos, sean el central o el autonómico, suspenden con una nota del 2,4 y los partidos, con un 2,1. En la franja del muy deficiente se sitúan también los sindicatos y la patronal, ambos con una nota del 2. La Iglesia (se entiende que la católica) se queda con un 1,7, con el consuelo de que todavía hay unas instituciones peor valoradas: las entidades financieras que, vistas por muchos ciudadanos como las principales causantes de la crisis, se quedan a la cola de la confianza ciudadana con una nota del 1,3.

La desconfianza ciudadana hacia las instituciones y la política dibuja un panorama preocupante en un año electoral, con la primera cita con las urnas el próximo 24 de mayo. De acuerdo con la encuesta, el principal motivo de esta desconfianza es la corrupción, con un 62 por ciento de los encuestados identificándola como la causa más importante. A ella le sigue la profunda brecha percibida entre los ciudadanos y sus representantes, con un 44 por ciento de los encuestados resaltando esta distancia, procedente de la impresión de que esos representantes políticos viven en una sociedad distinta al de la mayoría de los ciudadanos y no padecen sus problemas.

A la corrupción y la profunda distancia entre ciudadanos y políticos se suma el funcionamiento de los partidos, ocupando el tercer puesto de los principales motivos de la desafección ciudadana política e institucional. Un sistema en el que los encuestados ven como para los cargos públicos es más importante la obediencia a la cúpula de la formación que el compromiso adquirido con el electorado.

Esto se traduce en una absoluta falta de credibilidad de los partidos y los representantes públicos. De hecho, al preguntar a los encuestados sobre las promesas de los partidos para impulsar medidas de regeneración, sólo el 9 por ciento confía en que cumplirán los programas electorales, el 12 por ciento cree que sus promesas de transparencia son reales y el 14 por ciento confía en que sus compromisos de lucha contra la corrupción son sinceros. El 20 por ciento sigue creyendo en la honestidad de los cargos públicos, un porcentaje que resume con claridad la mala opinión generalizada que existe sobre los políticos.

Así, la falta de confianza en las instituciones tiene más que ver con el comportamiento de los representantes públicos y partidos que con la crisis económica, que en la encuesta se situa en el cuarto puesto entre las principales causas de la desafección.

La oposición, peor que el Govern

La opinión de los encuestados por Gadeso respecto al Govern no se salva de la desconfianza general en las instituciones. El Ejecutivo balear suspende con un muy deficiente (2,4 sobre 10). Sin embargo, la oposición no capitaliza este descontento como sería lo lógico. Al contrario: con un 2,3 obtiene aún peor nota que el Govern de José Ramón Bauzá, en consonancia ambos con la negativa opinión ciudadana sobre las instituciones políticas.

Por islas, aunque las diferencias sean mínimas, los menos críticos con el Govern parecen ser los ibicencos, mientras que los menorquines son los que peor opinión tienen del Ejecutivo del PP.

Compartir el artículo

stats