El 28M deja como resultado un vuelco electoral en Balears que convierte al PSIB que lidera Francina Armengol, con 3 diputados, en el claro triunfador en las urnas y decreta el hundimiento de un PP que pasa de ser la primera fuerza en las islas en los comicios de 2016 a la cuarta, superados por Podemos y Ciudadanos. La debacle de los populares, que pasan de tres a un diputado, se produce no sólo por la fuerte irrupción de Vox en las islas, que aporta uno de los 24 escaños con los que contará la ultraderecha en el Congreso, sino también por una significativa subida de Ciudadanos. El partido naranja, con Joan Mesquida como candidato, se mantiene con un diputado pero se hace con 90.214 votos frente a los 67.700 que logró en los pasados comicios y se convierte en la primera fuerza de la derecha en Balears.

En unas elecciones en las que más que nunca se enfrentaban en las urnas los bloques de la derecha y la izquierda, este último se impuso con claridad en las islas, con Podemos como segunda fuerza más votada, por detrás del PSIB, a pesar de perder más de 28.000 votos con respecto a 2016, cuando se presentó a las elecciones con Més. Los morados, sin los econacionalistas, conservan sus dos diputados que junto a los tres del PSIB llevan al triunfo de la izquierda en Balears, con cinco escaños frente a los tres que logra la derecha repartidos entre PP, Ciudadanos y Vox.

En ese resultado pesa el voto útil ante las dudas sobre el peso que podía llegar a tener Vox y el deseo de frenar a la ultraderecha, del que se benefician sobre todo los socialistas y que apuntala a Armengol ante la próxima cita con las urnas en las autonómicas del 26 de mayoapuntala a Armengol ante la próxima cita con las urnas autonómicas del 26 de mayo. Podemos, a pesar del descenso en votos, recibe también apoyos desde las filas de Més, que con 25.384 sufragios se quedan de nuevo sin escaño en el Congreso. En las elecciones generales de diciembre de 2015 Més logró en solitario el respaldo de 33.931 ciudadanos de las islas.

En Balears se cumplió ayer casi milimétricamente los pronósticos de la macroencuesta del CIS, que daba la victoria el PSOE con una prospección de entre dos y tres diputados y atribuía un solo escaño al PP. A Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox les adjudicaba entre uno y dos escaños.

Al igual que el triunfo electoral del PSIB corre en paralelo al de Pedro Sánchez, el hundimiento del PP balear va de la mano del de Pablo Casado aunque en las islas es aún más profundo. En unas elecciones en las que acudieron a las urnas de Balears un 7% más de ciudadanos que en las de 2016, la candidatura encabezada por Marga Prohens consigue los peores resultados en la historia de su partido en las islas. Mientras que en el conjunto del Estado los populares logran al menos mantenerse como segunda fuerza más votada y la primera del bloque de derechas, en Balears pierden con contundencia, abandonados por casi la mitad de los ciudadanos que les apoyaron en 2016, lo que les deja como cuarta fuerza en las islas.

Si las urnas dejan a Armengol en buena posición ante el 26M, al líder popular Biel Company le colocan en una delicada situación, con Ciudadanos por encima en las preferencias de los votantes de centro derecha y con Vox y los 58.382 votos que ha logrado en las islas pisándoles los talones por el flanco de la extrema derecha. Porque si el voto útil tenía como objetivo frenar a Vox, en Balears no lo ha conseguido.