Se han convertido en la segunda fuerza más votada del archipiélago, pero en la sede de Unidas Podemos, tras el cierre de los colegios electorales, la tarde arrancó contenida, silenciosa, a la expectativa. La prudencia fue la palabra más repetida en su cuartel general en la calle Joan de Austria y apenas había afluencia enfrente, en el escenario que montaron en el parque Can Simonet.

Tras el vuelco que se vivió ayer con las elecciones generales y tras constatar, que aun perdiendo votos se convirtieron en la segunda fuerza política, los ánimos por fin se caldearon, al son del "¡sí se puede!". Juan Pedro Yllanes, candidato al Govern, fue raudo en su primera valoración al cierre de la noche para recordar a los socialistas que "aquí está Unidas Podemos", que es "la segunda fuerza" de Balears.

"Ha sido una campaña muy difícil", reconocía Alejandro López, secretario de Organización, quien se congratulaba del "hito histórico" de que Balears envía a cinco diputados progresitas a Madrid.

Dos "grandes" diputadas

Más eufórico se mostraba Juanjo Martínez, coordinador autonómico de Izquierda Unida, porque a pesar del "miedo" de las tres derechas, Balears ha mostrado que es "una tiera digna", donde los morados han logrado estar "cuatro puntos por encima" de la media estatal.

A gritos de presidente fue recibido Yllanes. Lo primero que dijo el candidato morado al Govern es que su formación tiene que felicitarse, "frente a quienes han actuado de agoreros estos dos últimos meses". "Hemos demostrado que Unidas Podemos todavía en Balears es una fuerza confiable, con vocación de gobierno". Sus siguientes palabras fueron para asegurar que mandarán a Madrid "a dos grandes diputadas, Antònia y Lucía que van a seguir peleando por los derechos y el bienestar de toda la ciudadanía".

"Hay una oportunidad inmejorable para que el 26 de mayo lo que ha ocurrido hoy se repita". Y que por fin en la historia de la comunidad haya consecutivos dos mandatos progresistas, alentó el podemita.

Tras asegurar que hoy mismo se pondrán "manos a la obra porque vamos a volver a gritar sí se puede", Yllanes daba paso a "quien se va directita al Congreso de los diputados a Madrid, Lucía Muñoz, con quien por la mañana, recordaba, había tenido "el privilegio de votar" ya que compartencolegio electoral.

La segunda diputada de Unidas Podemos, visiblemente nerviosa tomaba el micrófono mientras sus compañeros coreaban su nombre. "Hoy 28 de abril de 2019 empieza una nueva etapa en la historia política de nuestro país", decía solemenne, porque "las urnas han hablado" y "nuestro pueblo ha elegido un país feminista que cuida su planeta, que garantice los derechos laborales, a la vivienda, la sanidad, la educación". Muñoz, visiblemente emocionada, aseguró que su partido está orgulloso del resultado.

La ronda de intervenciones de los podemitas la cerró la ya diputada Antònia Jover, quien por lo primero que dijo que estaban "muy contentos" era por mantener los dos escaños. No las tuvieron todas consigo los morados. El recuento de votos fue un sinvivir, aunque se iban sumando a su favor no estaban seguros de que ese segundo diputado era para ellos.

Por fin ya tocaba dejar salir a flote la euforia, los abrazos. Una cincuentena de simpatizantes, a ritmo de la música, se animaron ya a bailar, entre ellos Alberto Jarabo y Sonia Vivas. Arrancó la celebración.

Lágrimas Lucía Muñoz: "Hemos derrotado al miedo"

"Estoy muy nerviosa, mi escaño ha estado en disputa hasta el último momento. Aún estoy que no me lo puedo creer". Lucía Muñoz se arrancaba a dar las gracias al círculo joven de Unidas Podemos y sus familiares y amigos y al mismo tiempo la voz comenzaba a temblarle. En medio de fuertes aplausos por fin podía continuar su parlamento. "Hemos derrotado al miedo", añadía. Ya casi no podía hablar. Se fundió en un fuerte abrazo con Antònia Jover. Dos generaciones de moradas se irán juntas a Madrid. Dos mujeres que coincidieron en apelar en sus discursos al feminismo y el ecologismo, valores que junto a la justicia social defenderán en la capital.

Análisis, por Xavier Peris

Los morados mantienen el tipo

Ni sus más entusiastas seguidores se lo esperaban. Podemos ha mantenido el segundo diputado en las islas -ojo, por apenas unos centenares de votos- y se consolida como segunda fuerza política en una victoria histórica de las izquierdas. Casi un milagro si se tiene en cuenta la debacle sufrida por el partido morado, que ha visto reducido su peso en Madrid casi a la mitad. Atrás quedan los tiempos en los que ambicionaban dar el sorpasso al PSOE, pero es una buena ocasión para enmendar los errores de principiante que han cometido en los últimos años, como su negativa a entrar en el Govern balear o las guerras internas, incomprensibles si no es en clave de peleas de gallos. Queda por ver de qué va a servir, si serán capaces de entrar en el Gobierno para influir de una forma decisiva, si asumirán un papel de mediación en el conflicto catalán, o si volverán a representar el papel de convidado de piedra al que nos tienen acostumbrados.