Tanto la sede de Unidas Podemosen la calle Joan Austria, como el escenario que han montado en frente, en el parque Can Simonet, durante el trascurso de la noche el ambiente ha sido tranquilo, silencioso, todos expectantes ante el conteo de votos que tenía en liza el segundo diputado que sí lograron en las elecciones generales de 2016, cuando sumaron 118.082 votos, un 25, 4%, dos diputados. Al Senado reunieron 85.261 votos en Mallorca, con una senadora. Con casi el 90% escrutado consiguerían mantener los mismos resultados este 2019 con esos dos diputados, se empiezan a oír los primero gritos de júbilo.

Mientras los candidatos han seguido el escrutinio desde una oficina con la puerta entornada donde reinaban los refrescos de cola. Allí han estado reunidos, las candidatas al Congreso Antònia JoverAntònia Jover y Lucía Muñoz, el candidato al Senado Pep Malagrava y el resto de candidatos: Juan Pedro Yllanes (Govern) y Alberto Jarabo (Cort), entre otros.

Antònia Jover aún no comparece antes los medios, está a la espera de que hable primero Pablo Iglesias hasta entonces, continúa reunido con su equipo.

Con el 33% escrutado, Alejandro López, secretario de Organización de Unidas Podemos, ha sido cuando ha hecho la primera valoración. Entonces seguía apelando a la "prudencia" porque aún quedaban los municipios más grandes. La tendencia se veía, decía, y seguían esperando lograr el segundo diputado. A nivel nacional, observaba que se podría formar un gobierno progresista.

También López, que ha sido quien ha estado en comunicación con los medios de comunicación, cuando arrancaba la tarde, se congratulaba por la participación más alta en estos comicios. "Estamos muy contentos, creemos que esta campaña nos ha beneficiado", aseguraba, pues con los dos debates salió reforzado su candidato al Gobierno central. Decía López que en Andalucía lo que "falló" fue la abstención tan alta, por ello, se alegraba de la participación de este domingo y cómo podía beneficiar a los morados. Pero todo el tiempo ha insistido en la prudencia.

Los alrededores de la sede Unidas Podemos siguen tranquilos, a la espera de que sus simpatizantes comiencen a llegar una vez que vayan abandonando los colegios electorales.