P ¿Se cree las encuestas?

R Más que creerlas, las respeto. Creo que muestran una tendencia. Lo que indican es que la percepción de la sociedad es que se ha hecho un buen trabajo en estos diez meses de Gobierno socialista y ahora hay que echar el resto para traducir esa tendencia en una movilización real.

P En esa tendencia que presenta al PSOE como mejor situado, ¿cuánto hay de voto útil por el miedo a un Gobierno de derechas con PSOEVox

R Más que el miedo a Vox, lo que hay es una 'trumpización' de España, de la que Vox forma parte, que ha obligado a PP y Ciudadanos a escorarse. Eso ha provocado como cuando un cuchillo afilado corta mantequilla. Vox ha permitido dirimir claramente los dos modelos de sociedad. Lo que nos jugamos este domingo y el 26 de mayo es esa entrada masiva de un modelo de sociedad que ha llegado a Italia con Salvini, Le Pen tiene fuerza en Francia, condiciona las políticas de muchos países del norte de Europa. O en Estados Unidos. No tengo miedo a Vox. Me dan más miedo Cs y el PP.

P ¿Por qué?

R Cuando tienes que ser más original que el original se producen las soflamas, los gritos y las caricaturas de promesas de esta campaña. La sociedad no se merece este escenario.

P En el debate del lunes, Pedro Sánchez

R Los pactos los van a condicionar y decidir los ciudadanos. Aún no es el momento. La posición del PSIB y la mía son muy claras. Este corte de la mantequilla en dos delimita muy bien las fronteras. Hay una oportunidad para consolidar las políticas de estos diez meses. Con Podemos, por supuesto.

P ¿Usted pactaría con Cs?

R Yo no. Lo que se pacta es hojas de ruta sobre programa y los programas progresistas son claros. En estos diez meses Cs ha votado contra cuestiones claves y tiene propuestas que no son progresistas.

P ¿Y Pedro Sánchez lo tiene claro?

R Yo creo que sí.

P El modelo federal que usted defendía ha desaparecido del programa electoral del PSOE

R La propuesta del PSOE incide mucho en el autogobierno. En un momento profundo de crispación, dar una salida que además es acorde con algunas encuestas en Cataluña es la buena dirección. Más autogobierno, mejor relación entre Comunidad y gobierno, más coordinación, mayor reconocimiento de la singularidad, mejor definición competencial... Desde la otra parte no hay ni una sola propuesta. Decirle a una sociedad que la única solución es ponerla ante un 155 permanente puede sonar muy bien, pero es de una pobreza extrema.

P ¿Se siente más cerca de Armengol o de Pedro Sánchez?

R Son un tándem que ha funcionado. Balears no se puede entender sin Pedro Sánchez y Pedro Sánchez tiene en Balears uno de los laboratorios de las políticas que se han hecho. Somos una comunidad pionera en muchas cosas, con retos ligados a la vivienda, de sostenibilidad, a la dimensión de la huella turística... El PSOE de Sánchez ha tomado algunas ideas. Nos seguimos necesitando y nos retroalimentamos.

P Ese tándem no parece que funcionó tan bien con el REB. ¿Decepcionado?

R El Decreto Ley nos pone en la media de inversiones, hay una apuesta por el transporte, la energía... Ahora, en la próxima legislatura, hay que aprobar la parte fiscal con rapidez. ¿Es mejorable? Sí, pero hay un marco de partida que no teníamos. Es injusto y una ofensa a la sociedad balear decir que es solo papel mojado.

P Los presupuestos 'non natos' del Gobierno socialista tampoco trataban especialmente bien a Balears. Las inversiones territorializadas bajaban.

R Cuantitativamente, en el conjunto había un aumento neto. Las territorializadas eran mejorables y así lo dijimos. Creo que se hubieran mejorado y seguiremos luchando para que los presupuestos futuros, aparte de ser los más sociales, sean lo mejor posible para Balears.

P ¿Qué líneas rojas pondría para pactar?

R En democracia no son buenas las líneas rojas. Dentro del marco constitucional de convivencia que nos hemos dado, hay que ser capaz de poder hablar con todos. Nosotros tenemos unas políticas que queremos llevar a cabo y quien quiera subirse bien, y con el que no, no hay pacto posible. Hay una gran revolución neoconservadora. En un momento tan ideológico, es más importante que nunca delimitar bien las propuestas y acuerdos. Eso no impide hablar con todo el mundo. Poner líneas rojas o cordones sanitarios es muy pobre. Me parece incluso un insulto a la propia democracia.

En corto

P ¿Sus hijas han ido a la escuela pública o privada?

R A cooperativa.

P ¿Tiene seguro médico privado?

R No.

P ¿Qué coche tiene?

R Un Volkswagen Touran.

P ¿Una persona que admire?

R Miquel Barceló.

P ¿Con quién no se tomaría nunca un café?

R Estoy dispuesto a tomarme un café con todo el mundo.

P ¿Cual es su mayor defecto y cual su mayor virtud?

R Tengo mucho genio. Como virtud, soy constante.

P ¿Cuál es el defecto que menos tolera en los demás?

R La lealtad en política es importante. Lo que menos tolero es la deslealtad.

P ¿Religioso practicante?

R No.

P ¿Cuál es su mayor miedo?

R Supongo que morirme.

P ¿Cómo es la casa donde vive?

R Austera.

P ¿En quién se reencarnaría?

R En Federico Fellini.

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