El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, considera que es una "broma" que se hable de una "conspiración" contra el independentismo tras la difusión de una grabación al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y al director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alonso. Además, no cree que este asunto vaya a tener efectos electorales en los comicios.

En declaraciones en el municipio onubense de Santa Olalla (Huelva) tras firmar en el libro de honor del Ayuntamiento, Rajoy ha afirmado que esta "historia no va a producir ningún efecto en ninguna campaña" y ha señalado que lo que le "preocupa" es que alguien haya grabado hace dos años esa conversación y que se haga "pública" a pocos días de las elecciones generales.

"Eso es lo que hemos ordenado investigar y y creo que tenemos posibilidades reales de llegar a saber quién ha hecho esta suerte de grabación", ha manifestado el jefe del Ejecutivo, si bien ha dicho que en este momento desconocía quién podía ser el autor de la citada grabación.

A preguntas de los periodistas por si tenía alguna teoría sobre el responsable, ha insistido en que "francamente" desconocía quién lo había hecho. "No tengo ninguna teoría y además yo no puedo tener teorías, tengo que tener certezas y seguridades porque soy el presidente del Gobierno y no puedo andar poniendo en circulación rumores", ha apostillado.

"Hay ocasiones en las que no se oye bien"

Preguntado después si cree que pueden estar falseadas esas conversaciones, el jefe del Ejecutivo ha dicho desconocerlo, pero ha admitido que "hay ocasiones en las que no se oye muy bien". "Realmente no lo sé. Es que yo no puedo adelantar acontecimientos ni hablar de cosas que desconozco", ha agregado.

El presidente del Gobierno en funciones ha indicado que "lo fundamental" es que "alguien grabó" al ministro del Interior y al jefe de la Oficina Antifraude, un hecho que ha tildado de "muy desagradable, contrario a la ley y al Estado de Derecho".

Después ha criticado que "alguien" haya puesto encima de la mesa la "curiosa teoría" de que se trata de una "conspiración contra el independentismo catalán" y ha señalado que lo que ha habido es "una reunión" entre dos personas que, a su juicio, tienen entre sus obligaciones perseguir el delito.

"Acusarnos de una conspiración anti-indedentista al jefe de la Oficiana Antifraude -que "fue nombrado por dos tercios del Parlamento catalán"- y al ministro del Interior, no deja de ser una broma", ha manifestado el jefe del Ejecutivo, que cree que este caso no pasará factura al PP en las elecciones y ha criticado el "intento de aprovechamiento" por parte de sus rivales políticos.

Finalmente, el presidente del Gobierno ha asegurado que él ha acudido a este municipio onubense a hablar de los temas que "importante" a los españoles, entre ellos fundamentalmente la lucha contra el desempleo y el mantenimiento de las pensiones y los servicios públicos fundamentales.