Un grupo de entre 150 o 200 aficionados taurinos de varios municipios se propusieron ayer reventar el mitin que 'A la Valenciana' realizaba en la Vall d'Uixó, en Castellón. De hecho, las intervenciones de todos los participantes se caracterizaron por la combinación de los aplausos y los "sí se puede" de los asistentes, con los pitidos, abucheos y gritos de "libertad" y "sí als bous" de los manifestantes.

La tensión se mantuvo casi hasta el último momento entre algunos participantes en el mitin, simpatizantes del partido de coalición, y los taurinos. Pero todo se zanjó cuando intervino la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Parecía que iba a sufrir un escrache en toda regla, dado que la intensidad de los gritos en su contra aumentaron en cuanto tomó la palabra, pero su decisión fue dar participación activa en el mitin a los participantes, lo que les dejó un poco desubicados.

Asó, invitó a alguno de ellos a subir el escenario y tomar la palabra, y tras unos instantes de confusión, fue Jesús, uno de los manifestantes, el que se decidió a aceptar su ofrecimiento. Jesús expuso, micrófono en mano, el malestar de los taurinos, que consideran que el nuevo gobierno valenciano "solo quiere prohibir". Pidió por ello un "respeto" a la fiesta y al mundo taurino, recordó que los bous al carrer tienen un movimiento económico muy importante, y llegó a acusar al gobierno valenciano de ser "dictatorial" en este sentido, poniendo como ejemplo la prohibición de los toros embolados en Valencia.

Cuando el pro taurino acabó su intervención, Mónica Oltra pudo continuar con su intervención sin más interrupciones; de hecho, todos los manifestantes abandonar la plaza del Parque de la Vall de forma ordenada y sin más altercados.

Al margen de este incidente, Mónica Oltra lanzó el mensaje de que "vamos a ganar a Rajoy porque tenerle de presidente es una anomalía democrática porque se sienta en una silla de su sede en la calle Génova de Madrid pagada con dinero negro de la 'Gürtel".