Seguro que esta situación te resulta familiar: vas al supermercado a hacer la compra con tus hijos y éstos te piden que compres unas galletas, unos yogures, unos cereales... Pero no unos al azar, no. Tienen clarísima su elección: quieren unos en concreto. 

¿En base a qué han establecido tus hijos su criterio a la hora de elegir unos y no otros? ¿Calidad nutricional, porcentaje de azúcar, grasas saturadas? No. Los productos que han elegido son aquellos en los que aparecen las imágenes de sus personajes favoritos. 

Este hecho, que toda madre y padre ha podido constatar con sus hijos, lo quiso reflejar Danone en un experimento realizado con niños de entre 3 y 8 años y que mostró a través de un breve vídeo durante el evento ‘Alimentando el cambio: Educar en Salud’ organizado por Danone. 

 

El uso de dibujos animados en los productos es una manera de hacerlos más atractivos en los lineales del supermercado. Y está demostrado que lo consigue, como demuestra el experimento. 

Entonces, ¿por qué no utilizar el poder de estos personajes para promover una comunicación en positivo y que nuestros hijos elijan productos saludables?  

Y, esto mismo, es lo que ha hecho Danone de la mano de Disney, incorporar dibujos infantiles a los yogures naturales y las botellas de agua. “Tenemos la capacidad como compañía de hacer alianzas, por ejemplo, con Disney, e introducir estos dibujos infantiles en productos saludables. De esta forma, incentivamos su consumo y desplazamos el consumo de otros productos azucarados que no son tan saludables, facilitando a los padres el poder alimentar bien a sus hijos”, decía durante el evento 'Alimentando el Cambio’, la directora de Marketing de Aguas Danone, Alexandra Montañes. 

“Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. Disney se ha dedicado durante toda su trayectoria a contar historias, y sabemos que esas historias, esos personajes, pueden ejercer una gran influencia en lo que nos rodea. Lo que intentamos es que esa influencia sea positiva”, aseguraba durante el evento Gonzalo Sanmartin, Retail General Manager Spain & Portugal de Disney, quién añadía, además, que “Disney quiere ser un actor principal en todo este cambio hacia la consecución de unos hábitos y una alimentación más saludable”. 

La implicación de la industria alimentaria en este cambio 

No solo las familias y las escuelas tienen el papel y la responsabilidad de educar a los niños y fomentar en ellos hábitos más saludables, también las empresas tienen una gran responsabilidad a la hora de transformar la manera en la que los pequeños entienden la alimentación. 

En este sentido, tal y como apuntaba la Doctora María Neira, directora del Departamento de Salud Pública en la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante el evento: “La obesidad es la otra pandemia del siglo XXI. Reducir las tasas de obesidad infantil requiere de educación, de que los alimentos saludables sean asequibles, de la implicación de las escuelas, de los medios de comunicación y, por supuesto, de la industria alimentaria, que debe ayudarnos con esto”. 

Lo cierto es que hay una demanda social cada vez más grande dirigida a las empresas y marcas de alimentación para que amplíen la oferta de esos productos que puedan facilitarnos a todos llevar una vida saludable. Danone ha sido consciente de esa demanda y ha reformulado todo su porfolio infantil para cumplir con los criterios de la OMS, concretamente, en materia de azúcares, un máximo de 10 gramos de azúcar total por cada 100 gramos de producto, sin añadir edulcorantes artificiales y manteniendo el mismo sabor de siempre. 

La obesidad infantil, un problema de salud pública 

Según datos de la OMS, la obesidad infantil y juvenil en España es de un 14,2%, una de las más altas de Europa, solo por detrás de Italia, con un 15,2% y de Grecia, con un 18%. Además, el sobrepeso en la infancia no es solo un riesgo a la hora de desarrollar problemas graves de salud a medio y largo plazo, como enfermedades cardíacas, diabetes, asma, sino que, además, la obesidad infantil también tiene consecuencias psicológicas y emocionales, ya que los niños con sobrepeso con frecuencia son objeto de burlas que desencadena en baja autoestima y depresión.