La economía global está en crisis por distintas razones, ya sea la guerra comercial con China, Brexit o la pérdida de tracción de la eurozona. En España esta crisis también se nota y es la construcción quien atraviesa mayores dificultades importantes debido a la paralización de la obra pública, atribuida a la ausencia de gobierno y al aumento de los costes.

En lo que respecta al mercado inmobiliario, el Banco de España señala que el ritmo de la recuperación presenta una disparidad regional apreciable en lo que se refiere tanto a las operaciones de compraventa como a los precios, siendo mayor en grandes ciudades y en áreas costeras.

Ahora bien, con el objeto de paliar la crisis en los sectores mencionados aparece el PropTech (Property Technology), un término que hace referencia a las startups que usan tecnologías para renovar la forma de cómo los diferentes actores del mercado hacen negocios cambiando la forma de construir o vender propiedades, entre otras cosas.

El sector anglosajón (Reino Unido y Estados Unidos) es un claro ejemplo del crecimiento del PropTech, en cinco años ha pasado de captar 221 millones de dólares a superar los 2.665 y de 72 a 235 compañías.

Sea como sea, de entre las distintas tecnologías disruptivas existentes podemos destacar blockchain o cadena de bloques como una de las que más cambios puede generar en la construcción. Blockchain es la tecnología nacida junto con la criptomoneda Bitcoin y es esencialmente un registro digital "distribuido" y compartido entre muchas partes diferentes. Solo puede ser actualizado a partir del consenso de la mayoría de participantes del sistema y, una vez introducida la información, nunca puede ser borrada.

En el cambio del sector de la construcción también ha contribuido la tecnología BIM (Building Information Modelling), una metodología colaborativa que ha hecho posible compartir información y datos entre los profesionales del sector. Ahora, a medida que los proyectos de edificación y construcción de infraestructuras se vuelven más complejos, la colaboración entre todos los agentes implicados requiere mayores niveles de madurez de BIM y precisa sumar otras tecnologías. Aquí es donde encaja blockchain.

Tanto es así, que sus características pueden ayudar:

? a) Eliminar procesos que no generen valor para la industria.

? b) Mejorar la adopción de la construcción digital generando mayor seguridad en el uso de información bajo plataformas en la nube.

? c) Unificar procesos de diseño y construcción con mecanismos legales de pago y contratación inteligente de forma más segura, lo que agilizaría el desarrollo de negociaciones y alianzas B2B.

Incluso los contratos inteligentes pueden regular y modelar automáticamente los intercambios a partir de piezas de código preestablecidas, haciendo posible asegurar la trazabilidad de productos, materiales o servicios y, al mismo tiempo, que se delimiten las

responsabilidades de los diferentes actores que intercambian valor durante el ciclo de vida del activo.

En conclusión, el sector de la construcción es uno de los menos digitalizados en la economía española a pesar de su enorme protagonismo en el conjunto del PIB. Por ese motivo precisa de un impulso tecnológico para avanzar hacia modelos más productivos y eficientes que beneficien a todos los operadores, donde exista confianza y, en definitiva, que superen la dura crisis en la que estamos inmersos.